De hecho, hasta el momento, en el último año, se han cerrado de manera definitiva 15 centros de prostitución clandestina en el centro histórico y 20 en la periferia de la ciudad.
De esta forma, en lo que va de la administración se han cerrado 35 lugares identificados plenamente en la capital con esta actividad clandestina, como hoteles, hostales, casas de masaje y domicilios particulares donde se realizaba esta actividad.
Ante ello, el secretario de Gobernación municipal, Eduardo Alcántara Montiel, sentenció que se mantendrán los operativos para el cierre de estos lugares que operan ilegalmente debido a que, por un lado, se cierran pero buscan otros lugares distintos, para abrir de nueva cuenta, para ocultarse de las autoridades.
Las zonas consideradas como “focos rojos” son la Capu, centro histórico y el sur de la ciudad, donde es común encontrar este tipo de actividades que no se encuentran reguladas por la falta de participación de los tres niveles de gobierno.
Resaltó la importancia del trabajo coordinado, con la intención de ir recabando la información necesaria para detectar estos lugares y poder contribuir con las autoridades federales, para detener a los responsables de este tipo de delito.
Alcántara Montiel indicó que este tipo de delito se presenta en su mayoría en la zona del primer cuadro de la ciudad, donde existen una gran variedad de pseudo moteles que únicamente se prestan para ejercer la prostitución y la trata de personas.
Se tratan de hoteles de mala muerte que no ofrecen ningún tipo de calidad en el servicio, donde además se desarrollan estas actividades bajo el cobijo de los propietarios de estos inmuebles.
Aseveró que al final de cuentas se mantiene cerrado hasta 62 por ciento de los lugares donde se ejercía la prostitución, ya que a la llegada de la actual administración, lo que se hizo en primera instancia fue contener las solicitudes de licencias de uso de suelo, pues estaban en fila cinco peticiones para que se abrieran nuevos hoteles y casas de masajes.
De los 60 lugares identificados, 40 corresponden a casas de citas o masajes y 22 a moteles clandestinos, lugar en donde las sexo servidoras cobran sus honorarios de 80 a 200 pesos, los cuales están ubicados en el centro histórico, la zona de la Capu y algunas colonias donde operan de manera clandestina.