El relleno sanitario de Chiltepeque tiene un periodo de vida hasta el año 2022, argumentó el secretario del Medio Ambiente y Servicios Públicos, Alejandro Fabre Bandini, al sostener que RESA SA de CV —operadora del relleno— ha solventado las observaciones que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) realizó en su momento.

Tras el derrame de lixiviados o líquidos contaminantes a la barranca El Aguaje, el secretario de Medio Ambiente afirmó que cada una de las indicaciones solicitadas por la dependencia federal han sido cumplidas, entre ellas la más importante, que era la planta de tratamiento de estos desechos.

Fabre Bandini sostuvo que con un buen tratamiento al relleno, su durabilidad podría ser de al menos 9 años más.

Sin quitar el dedo del renglón de que este problema de derrame de contaminantes de la basura se generó a consecuencia de las precipitaciones pluviales que en los meses de septiembre y octubre se generaron, el secretario municipal aseguró que hasta el momento no se ha repetido el problema que provocó que vecinos de la región de Santo Tomas Chautla decidieran clausurar el relleno sanitario.

Dijo que la operadora del relleno sanitario, RESA SA de CV, fue sancionada con 2 mil días de salario mínimo, es decir, con 122 mil 760 pesos por las irregularidades que en su momento fueron encontradas.

La multa que la Comisión Nacional del Agua podría interponer a la operadora del relleno sanitario de Chiltepeque podría ascender a un millón 227 mil 600 pesos.

Afirmó que están a la espera de que la Comisión Nacional del Agua les otorgue los permisos necesarios para embovedar la barranca El Aguaje y que no se generen más problemas de derrames de lixiviados, un gran contaminante para los mantos acuíferos y el medio ambiente.

El ayuntamiento de Puebla anunció la implementación de un proyecto de embovedamiento de la barranca con el fin de terminar con este problema, sin embargo, no podrá ser ejecutado en la actual gestión municipal.

Al respecto, el secretario de Medio Ambiente y Servicios Públicos explicó que el proceso para el permiso es lento, por ello será casi imposible iniciar la obra en el actual gobierno.

No obstante, insistió en la necesidad de embovedar la barranca, ya que mientras no se haga será imposible, en época de lluvias, garantizar al 100 por ciento que no vaya a ver fugas de lixiviados.
Fabre Bandini señaló que después de tener la autorización, la empresa responsable de administrar el relleno sanitario será la encargada de poner el recurso y ejecutar la obra.

De hecho, afirmó que la empresa concesionaria RESA tiene la obligación de mitigar riesgos para impedir el desbordamiento de las lagunas de lixiviados, de lo contrario, la comuna poblana tiene la capacidad de multar en caso de presentarse alguna contingencia.

Aseveró que la supervisión es permanente por parte de personal de la dependencia y de la empresa concesionaria RESA, para prevenir cualquier anomalía en el funcionamiento de estos sistemas.