Ser vecino de la principal afluente poblana en temporada pluvial significa vivir con la zozobra, ansiedad y el miedo de ver la creciente del Atoyac amenazadora, tratando de salir de su cauce con un ‘rugir’ estremecedor. Las lluvias vespertinas-nocturnas del martes provocaron lo inesperado y no querido por los vecinos de Santa Cruz Buenavista, las aguas negras comenzaron a ganar terreno.  La barrera de costales de arena resistió. No así el desagüe pluvial por donde el líquido fluyó, al igual que por coladeras e inodoros de casas localizadas a menos de 50 metros de la ribera.

Afectadas por la inundación, las señoras Andrea y Silvia se animaron a charlar con Intolerancia Diario para narrar su nueva experiencia.

Doña Silvia Rodríguez destacó que el agua comenzó a salir de las atarjeas de su casa y de los inodoros. Pero como afortunadamente se encontraban sus hijos comenzaron a realizar las faenas de limpieza de forma inmediata, con cubetas y manguera comenzaron a sacar al ‘invasor’ de su casa.

“Mis hijos estaban ya en la casa por eso logramos evitar que el daño fuera superior, nuestros muebles los subimos al segundo piso de la casa para evitar que nos perjudicara otra vez”.

La vecina del Atoyac destaca que la compuerta que les construyeron en el 2014, después de esa gran inundación, no es suficiente porque la presión del agua es superior al implemento técnico de control del agua.

En su momento, la señora Andrea (quien no dio su apellido) “porque así es mejor”, puntualizó que el agua del Atoyac es una amenaza doble porque los implementos colocados para su contención no son suficientes cuando se juntan las lluvias en Puebla y Tlaxcala.

 


 

Bajo ese horizonte de terror pluvial, Doña Rosa Rodríguez De La Rosa relató a Intolerancia Diario que el agua del Atoyac comenzó a avanzar amenazadora por las 20:00 horas. La voz de alerta entre los vecinos se generalizó. Lo inevitable comenzó generar miedo en algunos hogares porque sus habitantes comenzaron a ver como el agua salía de coladeras y de los inodoros.

La vecina del lugar, con su bebé en brazos, reveló que el tubo de desagüe pluvial  de poco más de un metro y medio de diámetro fue la puerta donde el Atoyac comenzó a ganar terreno hasta lograr inundar el arroyo vial. 

 


 

Las escenas de terror ocurridas en el 2014 regresaron al recuerdo de la señora Rodríguez De La Rosa. Las aguas del Atoyac esa ocasión superaron sin problemas más de 70 metros hacia arriba de la cuesta de la calle. La inundación de esa vez dañó a más de 15 casas.

“El río se escuchaba muy fuerte y nos dio miedo porque los costales no son suficientes y los pocos ladrillos en los que descansa el tubo ya se están viniendo abajo”, puntualizó.

Muro con gran cuarteadura

El muro en el que descansa el tubo de desagüe pluvial es uno de los temores de las vecinas porque la estructura está prácticamente “inundada” de humedad. Además, el muro izquierdo de la obra tiene una gran cuarteadura que presagia su caída al mediano plazo.


Intolerancia Diario observó cómo el muro izquierdo de la estructura prácticamente se ha desprendido de la parte superior.

“Nosotros queremos que nos ayude protección civil (municipal) con esto porque ayer no vinieron a ayudarnos y esa construcción pronto se caerá”.

Las vecinas de Santa Cruz Buenavista recomendaron  al ayuntamiento de Luis Banck Serrato ser reubicados.

Además, aseguran estar preocupados por las lluvias torrenciales que afectan al caudal del río Atoyac y por el mal funcionamiento del drenaje por el cual también les llega el agua del Atoyac.

Recordaron al rotativo que el pasado martes a partir de las 21:00 horas todos los colonos se pusieron alerta para ayudar a los necesitados ante el olvido de las autoridades municipales.

Reiteraron que el nivel del agua de la afluente creció entre el 30 y 40 centímetros, además de que cada año tienen que vivir los trastornos provocados por las fuertes lluvias.

10 casas afectadas en Ampliación Reforma Sur

Las lluvias dejaron 10 casas perjudicadas por la invasión de las aguas del Atoyac en Reforma Sur, localizada a la altura del vetusto puente de México.

El alcalde auxiliar, Enrique Guerrero Romero,  minimizó el problema al destacar  que afortunadamente los daños fueron menores en la colonia Ampliación Reforma Sur a comparación de lo registrado en 1999.

Guerrero Romero puntualizó que “solamente fueron 10  viviendas afectadas” que según él, cuadrillas de Agua para Todos acudieron a la zona para ayudar  con el desazolve de las coladeras en donde encontraron “gran cantidad de basura”.

Al referirse a la inutilidad de las alarmas denunciada la víspera por los vecinos porque no alertaron esa parte de la población, el alcalde auxiliar dijo que no funcionó por la fuerte lluvia y el granizo la mayoría de los vecinos no escuchó el sonido.

Guerrero Romero destacó que en caso de presentarse una contingencia mayor la presidencia auxiliar será habilitada como albergue para las personas que resulten afectadas.