Las perforaciones de la 16 de Septiembre, 2 Oriente y Avenida Juan de Palafox y Mendoza, que sirvieron para soportar el cercado de madera que rodeó al zócalo por más de tres meses, no dañaron el patrimonio histórico de Puebla, advirtió la encargada de la Gerencia del Centro Histórico, Graciela León Matamoros.

Recordó que esas lajas de piedra de Santo Tomás y cantera, corresponden a la época moderna que continuamente son cambiadas por el desgaste que sufren por el peso vehicular de los automóviles que transitan cotidianamente.

Aclaró que cualquier daño detectado será rehabilitado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) por ser la ejecutora de la obra.

"Dentro de los parámetros que tiene la Sedatu se contempla resarcir cualquier daño ocasionado al zócalo durante las obras" .

También destacó que todo lo que está en la parte vehicular del corazón de Puebla no son piezas históricas, por eso los orificios para instalar las juntas de los muros no son daños a elementos históricos y se van a dejar como estaba antes.

Priorizó que son obras superficiales porque no se trata de lajas históricas, pero ese material cumple con la normativa federal y la estética que debe tener el Centro Histórico.