El panorama para el reordenamiento comercial del Centro Histórico proyecta la propuesta que desarrollará el alcalde, Eduardo Rivera Pérez con miras a la periferia y otras zonas.

La víspera del comenzó el diálogo entre los representantes de informales con el encargado de la Secretaría de Gobernación, Jorge Cruz Lepe. 

"No quiero anticiparlas, hay espacios como periferia y otros, y podría otorgar facilidades siempre y cuando sea con permiso de la autoridad y pago de los ambulantes y ese recurso sea utilizado para la ciudad", subrayó. 

Pero aclaró que esta es únicamente una propuesta de un amplio abanico de posibilidades reales para los comerciantes del corazón de la Angelópolis. 

Durante la caminata por las calles de la colonia Solidaridad, localizada al norponiente de la metrópoli, Rivera Pérez priorizó que el retorno de los ambulantes a las calles se tenía presente, además tampoco fue una sorpresa. 

Refrendó que lo importante es que haya voluntad de las partes, así lo manifesto en un principio, siempre respetando la norma y lugares donde se autoriza la actividad comercial. 

Bajo esa perspectiva confía en que la Secretaría de Gobernación y los líderes de ambulantes alcancen acuerdos y se  avancen poco a poco en esta problemática que heredó el gobierno municipal anterior, al dejar el centro en peores condiciones. 

"Ustedes saben que nos los dejaron en condiciones como nunca antes había sucedido, de desorden y presencia de la prostitución y otro tipo de problemas que vamos a atender".

Ante ese panorama negó dar una fecha para lograr esta reducción y reordenamiento progresivo, pero siempre privilegiando el diálogo para  alcanzar los objetivos. 

"Ya empezamos el reordenamiento, en los últimos días no hay presencia y es importante que no nos pongamos una camisa de fuerza que se ha acrecentado, insisto, en los últimos años. No quiero poner una fecha fatal, es un proceso que se requiere en la ciudad". 

Sin querer anticipar lugares, dijo que el comercio informal se podría trasladar a la periferia y otros sitios donde los ambulantes paguen sus contribuciones y ese recurso se destine para la recuperación de espacios públicos.