Ser papá es la representación de un hombre de excelencia para enseñar el camino de la rectitud, trabajo, nobleza, perseverancia, rectitud, además de consolidar los valores, lealtad y principios para cumplir sus responsabilidades con sus hijos en el camino del bien.
Además el Arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa, oró para que los padres de familia, cumplan con la encomienda arropadas por sus esposas.
Luego de felicitar los papás, refrendó la relevancia esencial que ocupan no únicamente en el cristianismo sino en el mundo.
Hoy en México y otros países, acentuó, se celebra el día del padre y se les felicita por el trabajo que realizan en beneficio de la comunidad.
"Dios pone al padre en la familia para que con las características valiosas de su masculinidad sea cercano a su esposa, que comparta todo con ella, alegrías y dolores, cansancios y esperanzas; también para que esté cercano a sus hijos en su crecimiento humano y espiritual, cuando juegan o cuando tienen preocupaciones, cuando están en calma o cuando están preocupados, cuando se expresan o cuando son silenciosos, cuando emprenden algo nuevo o cuando tienen miedo, cuando dan un paso equivocado o cuando recuperan el camino, ahí debe estar el papá”.
Durante la celebración en la Basílica Catedral Metropolitana, Monseñor también valoró a los sordos por el gran trabajo que desarrollan al seno de la sociedad, los chicos de la Parroquia de Nuestra Señora de Ocotlán de la colonia Humboldt, que asistieron a la celebración litúrgica.
“Lo que conduce realmente a la felicidad es el amor auténtico, el amor que no admite la búsqueda del simple bien individual, que rechaza el egoísmo mezquino”.
“Ofrecemos nuestra misa a los papás, hoy que es día del padre; felicidades a todos los papás, que Dios los venga, que los ayude en su misión de padres, esposos, si nuestros papás están vivos, pidamos que Dios los bendiga, que los ayude a cumplir con su misión de hogar, de cabeza de una familia, junto con sus esposas. Si nuestros papás son difuntos, que ya estén gozando de la presencia de Dios nuestro padre”.
Refrendó la repercusión de que los hijos cuenten con un papá por la ayuda en integrar la identidad de los niños y jóvenes, además en el acompañamiento durante la etapa de crecimiento.
“No es bueno que los niños se queden sin padre para dejar de ser niños antes de tiempo; algunos papás, quizá están alejados de sus hijos; la verdad es que los hijos necesitan contar con una figura paterna, la cual, los ayuda a integrar su identidad y su misión en el mundo, gracias papás por todo lo que hacen por sus hijos”.
Refrendó que se debe de elevar plegarias por los papás difuntos para que el Dios los tenga gozando de su presencia; por los papás vivos para que sean padres que quieran a sus hijos; padres que estén siempre presentes.
Sánchez Espinosa pidió también para que los padres sean muy cercanos, junto con sus esposas, a sus hijos; que sean unos padres que sepan esperar y perdonar desde el fondo del corazón y sepan corregir con firmeza; además de ser buenos y pacientes.
“Quienes han recibido el don de ser padre, también, han recibido la misión de ser imágenes de ese padre por excelencia. Sean padres que siempre estén presentes y cercanos, junto con su esposa, con la mamá, a sus hijos; sean cercanos para compartir todo, alegrías y dolores, cansancios y esperanzas, que sean cercanos a los hijos en su crecimiento, cuando juegan, cuando tienen ocupaciones, cuando están angustiados, cuando se expresan y cuando se lanzan y cuando tienen miedo, cuando dan un paso equivocado y cuando vuelven a encontrar un camino”.
Víctor Sánchez insistió que un buen papá sabe esperar y sabe perdonar desde el fondo del corazón, pero además sabe corregir a sus hijos con firmeza, sin guardar nada para sí y buscando el bien común.
“El padre que sabe corregir sin humillar es el mismo que sabe proteger sin guardar nada para si; los hijos necesitan encontrar un padre que los espera cuando regresan de sus fracasos y harán de todo para no hacerlo otra vez, pero siempre necesitarán la presencia del padre”.
Bajo esa perspectiva estimó que la figura paterna debe esperar a sus hijos con ternura y dulzura; además de dar apoyo aunque se hayan equivocado en el camino o aunque se haya presentado algún problema.
“Los padres deben ser padres buenos y pacientes; cuánta dignidad y cuánta ternura debe haber en ese padre de familia que está a la puerta de la casa esperando que el hijo regrese; los padres deben ser pacientes, pero muchas veces, no hay otra cosa que hacer, más que esperar con paciencia, dulzura y misericordia”.
Aclaró que los seres humanos no deben buscar el bien para sí mismos sino para todos los integrantes de la comunidad.
“Se requiere de una interrelación respetuosa con los demás, nosotros como discípulos de Jesús, no espera honores, no espera privilegios, prerrogativas, ni busca vanagloria, ni genera falsas expectativas; muchas veces, buscando la felicidad, nos forjamos falsas ilusiones, buscamos éxitos y frases efímeras”.