Después de refrendar que la Procesión de Viernes Santo es una de las más grandes de América Latina y de México, Eduardo Rivera Pérez confirmó su participación, además de mantener comunicación permanente con el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa para que el próximo viernes el operativo de seguridad funcione al 100 por ciento.
Indicó que coincide con Monseñor sobre la importancia de esta procesión, pero no solo por los motivos religiosos que engloba, sino por el turismo que genera, acompañado por la gran derrama económica que inyecta a miles de negocios del corazón de Puebla.
El gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, precisó que, como ciudadano y fiel creyente a su religión y convicciones, acompañará al arzobispo durante el recorrido de poco más de cuatro kilómetros, el siete de abril.
Bajo esa perspectiva, confesó que recibió la invitación de los organizadores para estar presente en la procesión.
Tanto el comité organizador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) como el Arzobispado poblano, esperan una asistencia superior a los 120 mil asistentes.