Dice el refrán que lo que no suena lógico, suena metálico. Y en política, cuando arranca un proceso electoral, lo que no suena lógico, suena a campaña.

No habría otra forma de explicar el porqué, a pesar de que las manecillas del reloj marcaban una hora de retraso, el bullicio iba de la mano con las sillas llenas en el Salón JP, en San Baltazar Linda Vista.

Sin embargo, los claros contrastes entre los fenotipos políticos presentes acompañaron la realidad del PAN poblano: un partido que se asume como el opositor omnipotente, aunque muy para sus adentros es consciente de su fragilidad estatal.

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El vacío generado por la ausencia del alcalde Eduardo Rivera y la presidenta estatal panista Augusta Díaz de Rivera fue llenado por la sorpresiva presencia de Diana Vega Gálvez.

La hija de Xóchitl, dividió los flashazos de las cámaras entre ella y un campañero Mario Riestra, a quien únicamente la tercera llamada fue capaz de colocarlo en su asiento VIP.

A decir verdad, para los asistentes, la presencia de Carolina Beauregard, Manolo Herrera Rojas, Leobardo Soto, Pablo Montiel, Carlos Martínez Amador, Miguel Mantilla, Vanessa Rendón, Alfredo Ramírez, Rocío Sánchez de la Vega, Cristian Guzmán, Guadalupe Arrubarrena y Adán Domínguez pasó a un segundo plano.

Y es que entre la impuntualidad y desesperación únicamente esperaban el arranque del 2do. Informe de Labores de los regidores de Puebla capital.

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Fue cuestión de 60 segundos lo que el presentador requirió para desnudar con quién estaban escondidas las matracas disfrazadas de informe de labores.

Al pronunciar el nombre de Gabriela Ruíz Benítez se escuchó una inusual algarabía, pero cuando se articuló la bienvenida para Susana Riestra, el Salón JP respondió al unísono con un "¡Susi, Susi!".

No así con los otros regidores anfitriones como Dolores Cervantes, Ricardo Grau y Luis Franco.

No obstante, la cargada desconoció de cargos ya que la mención de agradecimiento a Mario Riestra por su presencia activó al mismo sector de porras de donde provino el "¡Susi, Susi!".

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La bandera de gobierno incluyente no se quedó en el slogan, sino que se extendió en lo político cediéndole al PRI, en la voz de José Luis Carranza, el banderazo de arranque.

El mensaje tricolor rápidamente quedó en el olvido porque Jesús Zaldívar, presidente del Comité Municipal del PAN capitalino, comenzó a tirar flores, una más grandes que otras, dependiendo del regidor.

Para Luis Franco, una parca felicitación. Para Ricardo Grau, un reconocimiento a una "joven promesa. Funcionario desde muy joven entregando buenas cuentas". A Dolores Cervantes, una flor por "la madera de la qué estás hecha: mujer aguerrida y de convicciones".

Pero, a Gabriela Ruiz, le reconoció "su determinación inquebrantable. Se hace grande en el terreno difícil. Soy testigo y te pido que sigas por esa ruta.

Y, el ramo de flores le tocó a Susi Riestra. "Tiene una gran familia. Apasionada, inteligente que nos contagia a todos de esa energía. Tuve el honor de ser su coordinador de campaña. De las más votadas y de allá para acá una gran carrera. Te queremos y estamos muy orgullosos de ti".

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Envalentonado, Zaldívar decidió desenvainar la espada subiéndose a la pantanosa arena del 2024 no sin antes pedirle a Diana Gálvez que le transmita a su mamá, la aspirante a candidata presidencial, que en "Puebla tienen a un grupo determinado a cambiar el rumbo de México".

Acto seguido, pidió a los asistentes cerrar los ojos para recordar cuando su partido gobernaba Puebla y, de acuerdo a su visión, "vivíamos en un lugar mejor y nuestros hijos tenían más oportunidades, mejores servicios y más seguridad".

Sin mencionar al candidato morenista Alejandro Armenta, aseguró que "el enemigo se nos presenta de otro color, pero la misma cara. Al marinismo ya le ganamos".

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Con el ambiente crispado, tocó el turno del Coordinador de Regidores, Carlos Montiel, quien acudió en representación del jefe de la manada, necesitaba encauzar el tono y, a su estilo, lo logró.

"El trabajo que se hace en el Cabildo de Puebla refleja lo que es la unidad en la diversidad", y aseguró que, "se han respaldado todas las decisiones de Lalo acompañando con todo lo que ha sido necesario en beneficio de todos los poblanos".

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Finalmente llegó el momento que los anfitriones esperaban: poder rendir cuentas y explicar sus logros en estos últimos 365 días de trabajo.

Debido a su ausencia, el trabajo de Luis Franco fue suplido por un corto video informativo mientras que Dolores Cervantes, con un mensaje aterrizado, destacó el reconocimiento de 12 asentamientos "como colonias para darles servicios y obras como la colonia Veracruz, ampliación Santa Margarita, La Cañada, y muchas otras", las cuales representan 48 mil habitantes.

Asimismo, Cervantes destacó la consecución de títulos de propiedad de inmuebles como Palacio Municipal, El Parián y distintos mercados para dar seguridad jurídica al municipio.

Por su parte, Ricardo Grau explicó las acciones en materia deportiva, como llevar lucha libre gratuita a todas las juntas auxiliares, así como la certificación de nuevos luchadores poblanos. Evidentemente, presumió las competencias internacionales de pádel y el plan de obra municipal.

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Cuando el templete fue cedido a Gaby Ruiz, nuevamente se activaron porras por doquier, las cuales interrumpían constantemente su rendición de cuentas, entre las que trascendió el trabajo de prevención del cáncer infantil junto con el DIF Municipal y la remodelación de la cancha en la Unidad Habitacional Mateo del Regil.

Para el cierre, curiosamente se asignó el turno a la consentida Susana Riestra, cuyas primeras palabras fueron dirigidas a Diana Gálvez ya que "no pudimos tener mejor madrina. Ojalá puedas decirle a Xóchitl que la estamos esperando con brazos abiertos en Puebla para llevarla al triunfo".

Las baterías de Susana se enfocaron en cacarear el fortalecimiento de la "ventanilla digital para simplificar los trámites más usados y la construcción del programa de desarrollo urbano", el cual, "estoy segura será la base que contribuya al crecimiento ordenado y sustentado de la ciudad".

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Con las labores cumplidas, llegó el momento que tanto esperaban los anfitriones: selfies, Xóchitl señales y demostrar quién tiene patas para gallo.

Muy en el aire se quedó el dardo con la que cerró Dolores Cervantes su intervención. "Yo no traigo familia sino a puros ciudadanos".