Los salarios en México y por ende en Puebla, no dan para vivienda digna, resaltó el Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana en la entidad.

Durante su primer informe de vivienda, Mar Estrada Jiménez, Coordinadora del Observatorio de Salarios de la casa de estudios privada, destacó el fracaso del modelo actual.

Junto con estudiantes y especialistas, destacaron la existencia de multifamiliares lejanos sin servicios básicos que generan gastos en transporte en la entidad.

El 61.6 por ciento de los hogares son propios, el 15 por ciento son rentados, el 12 por ciento son prestados y la denominada vivienda propia, que se está pagando, corresponde al 7.8 por ciento de los casos, debido a los altos precios de venta y a la disminución en la producción.

Además, los bajos salarios en la vivienda perpetúan desigualdades, afectan negativamente la salud, educación y calidad de vida, así como limita las posibilidades de mejorar los ingresos familiares, indica el Observatorio.

Estrada Jiménez, resaltó que los salarios mínimos actuales no garantizan el acceso constitucional al derecho a vivienda digna.

Por su parte, Nadia Eslinda Castillo Romero, detalló que el objetivo del Observatorio de Salarios de la institución, es ubicar las problemáticas que puedan indicar de manera certera el poder adquisitivo real.

Indicó que la calidad de la vivienda repercute en la vida de las personas y en la consecución de los derechos humanos, consagrados en la Constitución sobre derechos sociales, económicos, ambientales y humanos a una vivienda digna.

Señaló que la vivienda de interés social se realiza en México con fines comerciales y no de desarrollo, con apoyo del Estado para los desarrolladores.

Esto ha catalizado el fenómeno de la vivienda multifamiliar de baja calidad o en zonas inaccesibles.

“Muestra lo inaccesible que se ha vuelto la vivienda en el país, que, a pesar de estar amparada, bajo estándares internacionales, como los de ONU-Hábitat, carecen de atención y garantía de dignidad”.

Por su parte Axel Salas, estudiante de Economía, reveló que más del 90 por ciento de las viviendas en Puebla son de ladrillo, block, piedra o cemento.

Detalló que se ha dicho que se ha recuperado poder adquisitivo, pero al analizarse la vivienda no es posible obtenerla por los salarios bajos, sobre todo a jóvenes entre 15 y 29 años de edad.

En análisis estatal, refirieron, no refleja disparidades por región, por lo que hay que hacer estudios más específicos.

“Los jóvenes tienen mayor precariedad en vivienda e ingreso. Existen viviendas con más hogares, por la dificultad de independizarse” resaltaron.

Entre las propuestas, resaltaron que debe hacerse una conceptualización adecuada con la finalidad que se legisle y planee a partir de ellos, y se puedan hacer mediciones más adecuadas.

Además, es primordial generar diagnósticos del modelo de producción privada financiada por el estado, al efecto de la transgresión de derechos humanos, acceder bien con indicadores para que tengan la dignidad humana.

“Se toman a las personas como mercancías”, sostuvo la coordinadora, al señalar que debe existir la elaboración de políticas de viviendas y dialogo de instituciones para optimizar gastos en estudios y diagnósticos.