La propuesta de reforma a la Ley de Transporte y Movilidad del Estado de Puebla en el Congreso local, ha desatado inconformidad entre usuarios de motocicletas.
La iniciativa busca establecer nuevas regulaciones, entre ellas el uso obligatorio de chalecos reflejantes y cascos con el número de placa visible, así como limitar el número de pasajeros según lo estipulado en la tarjeta de circulación.
Ante ello, diversos colectivos de motociclistas han convocado a una movilización para el jueves 22 de mayo.
La concentración será en la Explanada del Estadio Ignacio Zaragoza y, desde ahí, partirán en caravana hacia el Congreso del Estado.
Exigen que antes de someter la iniciativa a votación, se abra un espacio de diálogo entre autoridades y ciudadanos.
Posturas encontradas entre motociclistas
En un sondeo realizado por Intolerancia Diario, motociclistas compartieron sus impresiones sobre la propuesta.
Mientras uno de ellos ve con buenos ojos que se refuercen las normas, otros expresan preocupación por el impacto que tendría en quienes usan la motocicleta como medio de trabajo o transporte diario.
Mario, conductor habitual, considera que la regulación es necesaria y urgente ante la inseguridad y delincuencia.
“Hay que respetar las condiciones y la ley. [...] Nosotros estamos en el 99% de probabilidades de un accidente. Se les olvida mucho. Solo salen a correr y a payasear. Y a robar, al delinquir. Por eso sí lo veo bien. Perfecto. Ya que el gobierno haga algo”.
Para él, la medida podría ayudar a poner orden en un sector que, considera, ha sido descuidado.
Jesús, en cambio, rechaza por completo la iniciativa, argumentando que no se dirige a quienes realmente cometen delitos.
“Totalmente mal. [...] Los rateros no andan con placas. Usan motos robadas. Es solo para recaudar y amolar a los motociclistas que estamos en orden”, dijo.
Refirió que los mismos delincuentes pueden falsificar también los chalecos.
“Se ponen otro chaleco, otras placas. Y meten en problemas a alguien que sí está legal”.
Alejandro, repartidor, mantiene una postura ambivalente, ya que si bien reconoce que podría tener efectos positivos, también teme que la norma generalice una imagen negativa de los motociclistas:
“Sí, hay muchos conductores imprudentes. Pero no por eso quiere decir que todos seamos delincuentes. [...] La mayoría trabajamos. Como tal, chaleco sí, pero mis datos no. Para eso están las placas y la tarjeta de circulación. [...] Se puede falsificar cualquier cosa. No hay imposibles”.
Preocupación por seguridad y estigmatización
Una de las medidas más criticadas por los colectivos es la obligación de rotular la placa del vehículo en la ropa del conductor.
Aseguran que esto expone innecesariamente sus datos a terceros, aumentando el riesgo de agresiones, extorsiones o robo.
Además, advierten que la narrativa que sustenta la reforma refuerza la idea de que quien se transporta en motocicleta es sospechoso, lo cual fomenta la discriminación por parte de autoridades y ciudadanía.
Ante el avance de la propuesta, los colectivos de motociclistas insisten en que las decisiones legislativas deben tomarse a partir del diálogo y la participación.
Exigen la instalación de mesas de trabajo con representantes del Congreso y del gobierno estatal, argumentando que regular el transporte no debe implicar criminalizar a quienes lo utilizan de forma legal.
El Congreso local aún no ha definido la fecha en que se discutirá la reforma, pero los motociclistas insisten: si no son escuchados, mantendrán su resistencia en las calles.