Los tiempos electorales y las ambiciones políticas ocasionaron que una docena de legisladores locales abandonaron sus responsabilidades en el Poder Legislativo y se fueran a sus respectivas campañas dejando en su silla a las y los suplentes.

Y estos nuevos y nuevas diputadas suplentes ya cumplieron un mes desde que protestaron su cargo.

En estas dos quincenas, salvo un par de ellos, el resto de las y los suplentes tuvieron el trabajo que muchos desearían.

Como representantes del pueblo, cobraron cerca de 56 mil pesos de dieta, es decir, su sueldo más las famosas compensaciones y a cambio de ello se presentaron 3 o 4 veces a sus oficinas en el Congreso.

Claro está, las vacaciones formaron parte de las prestaciones que tendrán. Gozaron de la Semana Santa y continuarán unos días más en sus regiones hasta el próximo 15 de mayo, cuando tengan que presentarse en el Pleno.

Y a eso súmele que su trabajo será sólo unos meses más, pues en septiembre terminará “su responsabilidad” y recibirán sus proporcionales de aguinaldo.

Con estas prestaciones, sueldo y la poca o nula productividad no es de sorprenderse que, entre los poblanos, los diputados sean tan mal vistos entre la sociedad.

Y si a estas alturas usted se pregunta cuántas iniciativas han presentado esta docena de “representantes” le cuento que en total son 17.

Algunos como Patricia Murrieta Palomino, Osvaldo Juárez Ortega, Lucía Morales Herrera, Rosalinda Toledo Castellanos y Javier del Valle Hernández, no cuentan con ninguna.

En contraste, la priista Lidia Karely Ocaña Madrid, y el emecista César Enrique Hernández Mota, han presentado 4 iniciativas, cada uno. De las 8 proposiciones ninguna ha culminado el proceso legislativo.

El homicidio que sacudió a Puebla

Antes del mediodía de ayer, el asesinato de la influencer Vielka Elideth A. de 21 años de edad y de Joel Abraham S. de 38 años de edad, prendió las alarmas en Puebla.

Ella se llevó los reflectores al ser la más conocida en redes sociales, pero instantes después la versión dio un giro. Los asesinos habrían ido por el novio.

No crea usted que se trató de un evento fortuito o que fue un robo que “salió mal”. El asesinato y la fuga de los delincuentes debió estar perfectamente planeado.

Quienes estuvieron en el lugar de los hechos, así como quienes conocemos la zona, sabemos que hay una calle muy transitada, en donde los topes te impedirían huir porque para brincarlos necesitas hacer alto total, pero otro sentido te permite perfectamente entroncar con la calzada y escapar.

¿Qué otra parte de la historia iremos conociendo?

Veremos y diremos.