De concretarse el anuncio de Claudia Sheinbaum sobre los integrantes de su gabinete este jueves, ella y su equipo contarán con tres meses y medio para realizar las tareas de transición en el gobierno federal.
A nivel local y siguiendo las palabras del propio Alejandro Armenta, quien adelantó que después de ese anuncio él presentará a los hombres y mujeres que le acompañarán en la tarea de gobernar, vemos que el gabinete “electo” tendrá en Puebla seis meses para organizar, conocer y afrontar los pormenores de las dependencias a su cargo.
“Es claro que seis meses pueden ser una enorme oportunidad (para) que no solamente el gobernador electo asuma la responsabilidad, sino todo el gabinete en términos de planeación de cara al 14 de diciembre… Ese proceso de seis meses es un tiempo valioso que no podemos perder”, afirmó la mañana de ayer.
Además de reiterar que los personajes que estuvieron en la campaña ahora estarán en los equipos de transición, Armenta dejó en claro que no desea que sus secretarios atraviesen la famosa curva de aprendizaje durante el primer año de su gobierno.
La participación de sus elementos en la toma de decisiones en las secretarías correspondientes, durante estos seis meses, también deberá ser un certificado de garantía para evitar que al tomar el cargo de manera oficial se lleven sorpresas, desconozcan la operatividad o no puedan concretar las metas planteadas.
El anuncio de este gabinete “electo” sería histórico porque por primera ocasión Puebla tendría a dos “gabinetes”: el que está en funciones y el nombrado.
Este hecho inédito puede explicar el nerviosismo que existe en estos momentos sobre la incorporación de Sergio Salomón al equipo de Claudia Sheinbaum, ya sea en el ISSSTE, INM, CFE, CAPUFE o algún OPD. En cuya hipótesis sería muy factible que la federación nombrara a un encargado de despacho durante dos meses, en espera de que culmine la administración de Céspedes. Sólo en caso de que el gobernador fuera nombrado como secretario federal existiría la posibilidad de que Puebla contara con un Ejecutivo más.
Zapotitlán, tierra de nadie
El comportamiento y los señalamientos en contra del alcalde, Emiliano Vázquez, por su participación en presuntos actos delictivos debe ser motivo para que las autoridades activen las alertas y cuando menos, interroguen al hombre que en los últimos años ha sido acusado lo mismo de disparar contra una primaria donde había menores de edad, que por amenazar a detractores, asesinar a un chofer, quemar la vivienda de una activista e imponer su ley.
Además de los videos que circulan en redes sociales, de las denuncias ciudadanas y las fotografías, ¿Qué más pruebas requiere la autoridad para que la Fiscalía actúe de inmediato?
Independientemente del trabajo de las autoridades ministeriales, habrá que saber en dónde están los integrantes del Cabildo y por qué no han protestado o alzado la voz en ninguno de los casos. Tampoco han dado aviso de la ausencia del presidente municipal.
Y lo peor es que además de Zapotitlán de Méndez hay otros municipios en donde también existen circunstancias delicadas de gobernabilidad, por ello, urge un ejemplo de mano dura y firmeza.