Con una bata negra de lunares por encima de un ajustadísimo vestido rojo con lunares negros hemos podido ver a la actriz española durante el rodaje del filme que se está celebrando en Roma.
Woody Allen, quien no se despega de su mítico sombrero, ha elegido que los platos y las bebidas que aparecen en la película procedan de Grottaglie, en Puglia, ciudad conocida por su cerámica.