La actriz Kristen Stewart sigue bajo una fuerte depresión, luego de su separación con Robert Pattinson, quien la dejó tras protagonizar un episodio de infidelidad con el director Rupert Sanders.
Según los cercanos a la joven, su rutina se basa en deambular por la casa de Giovanni Agnelli -su amigo productor que la ha acogido-, vestir ropa ancha, comer helado y papas, beber bebidas energéticas y fumar en grandes cantidades.
“Cada vez que alguien intenta que coma algo más saludable como un simple tazón de sopa ella lo rechaza diciendo que le provoca náuseas”, añade la fuente.
El entorno de la actriz dice que ha tocado fondo y que se siente muy culpable por lo que hizo. Sin embargo, muchos de sus amigos le han aconsejado que vaya a ver a un psicólogo pero parece ser que Kristen se niega.