Sin arriesgar demasiado, el FC Barcelona hizo lo que debía y empató 1-1 con Levante, resultado suficiente para que, a dos jornadas del final de la temporada, pueda alzar el título de la Liga 2010-11 para incrementar a tres años su hegemonía en España.


Conscientes de que el empate les daba la consagración, los Culés no se esforzaron mucho y sin desplegar su mejor futbol hicieron crecer por momentos a un equipo que necesitaba confirmar su permanencia en el máximo circuito.


Por lo anterior, los Granotes tuvieron sus ocasiones pero sin hacer mucho ruido; la primera llegada blaugrana, al minuto 28, terminó en gol. El creativo Xavi habilitó de gran manera al maliense Seydou Keita, quien resolvió con la cabeza para el 1-0.


Con la desventaja, los locales redoblaron esfuerzos y aprovecharon la poca profundidad de su oponente para rescatar el empate antes de irse al descanso, obra del ecuatoriano Felipe Caicedo, quien aprovechó un error de Gerard Piqué para poner el 1-1 con la derecha, esto al minuto 41.


La segunda parte pareció que sería de los visitantes, ya que el brasileño Dani Alves y el argentino Lionel Messi se acoplaron muy bien y generaron peligro, sin embargo no arriesgaron mucho y sólo fueron destellos.


El cotejo continuó bajo el mismo esquema y sin mucha acción, motivo por el cual a falta de pocos minutos la banca visitante comenzó a abrazarse en señal de festejo, el cual se confirmó con el silbatazo final, para adjudicarse así el título número 21 en la historia culé.