En el spot, dirigido por Dewey Nicks, se puede ver a tenistas de la talla de Serena Williams, Caroline Wozniaki, Li Na, Kim Clijsters e incluso Ana Ivanovic jugando en minifalda y con tops ajustados, como es habitual.
Pero al parecer, a la prensa estadounidense le parece que este spot es «inapropiado» y «demasiado sexy» si su objetivo es el de promocionar el tenis.