Las primeras palabras del nuevo jugador azulgrana tras firmar su contrato fueron para el presidente Sandro Rosell, para Zubizarreta y para el técnico Pep Guardiola: “Me gustaría empezar agradeciendo a la gente que ha colaborado en que yo este aquí y cumpla el sueño de mi vida. Sé que es un gran esfuerzo, que marché de la casa y que no es fácil volver a confiar en un jugador que se marchó de las categorías inferiores...”.
El futbolista reconoció que estaba viviendo «un día muy feliz». «Se me nota en la cara. Han sido semanas largas, de no saber dónde estaba mi futuro... pero tampoco puedo decir que haya sido un sufrimiento, tan solo días difíciles, de incertidumbre. Me he quitado un peso de encima», explicó. “A partir de esta tarde, a pensar solo en el equipo, a ganarme un puesto y a trabajar como el que más”.
Preparado para un papel secundario
Cesc abandona el Arsenal, donde era capitán, para intentar hacerse con un puesto de titular en el centro del campo con mayor calidad del mundo, un reto que no asusta al de Arenys de Mar: “Hace dos o tres años no, pero ahora vengo preparado para todo. He tenido muchas opciones, pero creo que he escogido el camino más difícil de mi vida; que vengo a competir con los mejores jugadores del mundo, porque me gustan los retos difíciles y no veo la hora de empezar a entrenar”.
“Ahora tengo mucha más experiencia, estoy mucho más tranquilo... Cuando eres joven piensas en otros objetivos. Yo sabía que un día quería coger este tren y sabía que podía ser que este año podía ser el último... y me veía más capacitado, más maduro para afrontar esto...”, explicó sobre su decisión de abandonar Londres. “He de reconocer que estoy muy mal acostumbrado porque lo juego todo... que es algo que me gusta mucho... pero estoy preparado para todo”, aclaró Fábregas.
“Vengo con muchísima humildad, con mucho que aprender y de este entrenador y de este equipo puedo aprender muchísimo. Sé que puedo disfrutar y sé que puedo aportar cosas para hacer este equipo aún más competitivo”, afirmó.
Presión por triunfar
Preguntado por la presión que podría suponer el haber sido un fichaje tan deseado, Cesc reconoció que la ha tenido en cuenta: “Siempre es un reto muy difícil el de venir al Barça y sé que hay mucha gente que está dolida conmigo por haberme ido de joven y por otros motivos, y que habrá gente que me exigirá el doble... pero estoy aquí para darlo todo por la gente que ha apostado por mí, y lucharé hasta la última gota de sudor por llevar este escudo a lo más grande y espero que la gente sepa verlo”.
Cesc aseguró que el regreso a la que fuera su casa es algo sobre lo que ha meditado profundamente: “He pensado muchas veces sobre lo que sería volver al Barça, había gente que me ofrecía más dinero, pero estoy preparado para tener un papel secundario, para ayudar a otros compañeros. Solo con añadir un granito más ya soy feliz. Mi objetivo es triunfar en el Barça. Y si pudiera hacer más competitivo este equipo para mí sería un gran sueño”.
Esta respuesta suscitó inmediatamente la cuestión del conocido interés del Real Madrid, eterno rival de los azulgranas, por hacerse con sus servicios, pero el centrocampista catalán evitó entrar en polémicas con un escueto “prefiero no contestar”.
“Wenger es un segundo padre para mí”
También tuvo que responder el excapitán del Arsenal a la relación que mantenía en el club inglés con su técnico, Arsene Wenger, que en todo momento se opuso a su marcha. “Wenger es un tipo especial y para mí es un segundo padre. Nunca lo voy a olvidar. Aquí tiene mala imagen y no es así. Si hoy estoy aquí es gracias a él, nunca tendré suficientes palabras para agradecérselo”.
Cesc reconoció que el francés siempre fue contrario a su salida: “Con el míster tengo una relación especial. He estado muchas horas y muchos días hablando con él, y no quería que me fuera ni por 20 ni por 40 ni por 80 millones”. “Si había un pacto para que yo saliera es lo de menos. Es un hombre muy correcto, que respeta las decisiones de los jugadores, y ahora tiene que buscar otro jugador... ir al mercado ahora es difícil... así que les he fastidiado un poquito, pero se ha portado muy bien, me quiere mucho igual que yo a él”, zanjó.
Guardiola y la Supercopa
Sobre Pep Guardiola, Fábregas no tenía más que elogios: “Pep es un gran entrenador, lo primero de todo, y si he hablado con él es lo de menos. Tiene un futbol que a mí me gusta mucho, sé que puedo aprender mucho, y tengo que trabajar mucho para que pueda contar conmigo, tanto para un partido de la Copa Cataluña como para uno de Champions”.
Apenas un par de días después de su llegada al equipo podría darse el caso de que el centrocampista debutase ante el Real Madrid en el partido de vuelta de la Supercopa de España, en el Camp Nou, una posibilidad que no asusta a Cesc: “Físicamente estoy muy bien, preparado para todo... pero aquí decide el míster, yo tengo poco que decir”.
Finalmente, Fábregas agradeció a Thiago el detalle de cederle el dorsal número 4: “Para mí llevar el 4 es bastante especial. Sé que ha habido cierto debate con Thiago... y yo solo puedo agradecerle este gesto que le honra y es de crack. El número es especial para mí y estoy orgulloso de poder llevarlo”.
Casi 40 millones de euros
Los encargados de presentar a Cesc Fábregas en su regreso al Barcelona fueron el vicepresidente deportivo Josep María Bertoméu y el secretario técnico Andoni Zubizarreta. Mientras el segundo explicó que con su llegada el club busca “mayor variedad dentro de nuestro juego”, el primero explicó las cifras de la operación que ha devuelto al catalán a su casa.
Según Bertomeu, «el Barça pagará 29 millones de euros, la mitad estos días y la otra mitad en septiembre. También hemos pactado que los años que Cesc juegue aquí, si ganamos dos ligas y una 'Champions' con la participación de Cesc, pagaremos 2 millones por cada liga y uno por la Champions.
Además, “el Barça le pagará cada año al Arsenal, en nombre de Cesc, 1 millón, con lo que se suman 5 millones más”, explicó el directivo azulgrana.
Cesc Fábregas ha firmado un contrato por 5 temporadas y su cláusula de rescisión será de 200 millones de euros.