Las chicas simplemente estaban dispuestas a no ceder terreno y desde el primer salto en la plataforma sincronizada de 10 metros, comenzaron a fraguar lo que tenían en mente, desde antes de salir a la fosa del Complejo Acuático de Zapopán. Apoderarse del oro.
Sus más cercanas perseguidoras, las canadienses Meaghan Benfeito, cuarto lugar mundial y Roseline Filion, también salieron con la encomienda conservar el título que bien logrado en el 2007, Emilie Heymans y Marie Eve Marelau. Pero ante un escenario mexicano la labor era sumamente complicada.
Así que como literales alfileres penetraron el agua, casi a la perfección arrancando calificaciones de 8 y 8.5 en sus evoluciones. Si ayer salieron inspiradas para sumar a México, las primeras medallas de oro en clavados, ahora estaban con más garra porque ya habían más oros y se había superado lo de Mar del Plata hace 16 años.
Las cosas salieron bien para ellas. Si la víspera el traje de baño había causado cierta distracción, ahora enfundadas en el oficial, con el inverso con tres y media vueltas adentro, que fue la tercera ejecución, tuvieron un ligero error, pero no así el deseo de superar a sus rivales.
Para la cuarta ronda, cuando el nervio ya es más que palpable, porque está por definirse prácticamente el podio, el binomio mexicano está obligado a mejorar a sus antecesoras, las estadounidenses Amelia Cozad y Amy Korthauer, así como a las mismas canadienses Benfeito y Filion, estas últimas hacen 73.26 puntos para 244.74 en total.
En la ronda, Ortiz y Espinosa hace lo que están acostumbradas, a brindarse al público y deleitar con los saltos, pero Tatiana entra un poco después y aún así suman 80.19 para 250.45, no sin antes ver como las brasileñas Natali Cruz y Andressa Mendes, apenas y si pasan. Al igual que las venezolanas.
Las tribunas de nuevo como en la escena anterior. Las porras y el apoyo en todo su esplendor. Las mantienen en primero, seguidas de Canadá y Cuba, que de manera sorpresiva va en ascenso.
La medalla ya está en sus manos y recuperar el cetro es ya visible, pero falta el último salto, atrás con dos y media vueltas con un y medio giro, para cerrar la serie. Las canadienses hacen el mismo y se llevan 8 y 8.5.
Y las cubanas Yaima Mena y Annia Rivera, lo repiten no con mucho estilo. Ahora el turno de las mexicanas y ya sólo para confirmar. “México, México, México” en las tribunas y se lanzan al vacío para sumar 75.84 y un total de 326.31, a pesar de no reflejarse como un “espejo” en este último salto.
La plata quedó en poder de las canadienses con 318.66 y el bronce fue para las cubanas con 269.28.