Y es que desde que salieron al trampolín, ambas dieron muestra de su “entendimiento” para revalidar el título de hace cuatro años y sin miramientos se posesionaron del sitio de honor, desde la primera ejecución.
En cada salto, Laura y Paola se fueron de manera lenta, pero seguras, hasta la final, en donde debían dejar en claro que en América, México ya una de las potencias en los saltos ornamentales.
Así que ante su público que en todo momento las ovacionaron, se fueron en busca del oro.
Luego del cuarto salto, las mexicanas confirmaron que, a pesar de no haber entrenado juntas para esta prueba, dieron una clase de cómo tirar clavados y es que tanto Laura Sánchez como Paola Espinosa, se perfilaron para quedarse con el título como hace cuatro años.
Y con el salto de atrás con dos y medio vueltas, ambas sumaron 77.40 para un total de 262.20 y que les daban ya la titularidad, en tanto su más cercanas perseguidoras las canadienese Jennifer Abel y la veterana Emilye Heymans y las estadounidenses Kassy Cook y Cassydi Crugh, estaban en busca de la titularidad.
Pero ya en el quinto salto, -adelante con dos y media vueltas y un giro- Sánchez y Espinosa, a pesar de tener un ligero titubeo, los jueces les dieron una suma de 76.50 para 338.70 y con esto parecía indicar que el oro estaba en sus manos, pero las canadienses, con el mismo clavado, casi no salpicaron y acumularon 81.00 para hacer 336.30, para la plata.
En tanto que las estadounidenses acumularon 319.50 para el bronce y desde luego las mexicanas dieron una muestra de su calidad, para repetir lo que hace cuatro años hicieron en Río de Janeiro 2007.
Y eso que ambas mexicanas sólo tuvieron unas horas para entrenar y lo hicieron cuando ambas ya estaban en esta ciudad.