Una nueva pesadilla se gestó en el "nido" de Coapa durante 2011, año en el que una vez más el América quedó sumido en el fracaso, con tres diferentes directores técnicos que nunca pudieron sacar adelante al equipo, ante la incapacidad de la directiva que encabezó Michel Bauer.

Pese a que el estilo de juego de Manuel Lapuente estaba lejos de la "filosofía" que tanto pregonó con palabras el entonces presidente del club, el experimentado estratega se mantuvo en el cargo para encarar no solo el Torneo Clausura 2011, sino también la Copa Libertadores.

Los refuerzos que llegaron fueron pocos y de una calidad cuestionable, como Miguel Layún y el uruguayo Nicolás Olivera, además gente como Angel Reyna estuvo trabajando con el equipo Sub-20 por indisciplina, algo que siempre se negó.

Solo tres jornadas duró Lapuente en el banquillo, lugar que fue ocupado por el chileno Carlos Reinoso y su discurso de "americanismo" lo ayudó a hacer su labor de manera aceptable, pero sin alcanzar los objetivos.

Durante algunos partidos, el "Maestro" pudo regresarle esa mística a este cuadro, pero no la suficiente para salir avante frente a Guadalajara y Cruz Azul, pero sí para clasificarse a la liguilla del torneo local, así como a octavos de final de la Libertadores.

El medianamente aceptable trabajo deportivo contrastaba con los temas de pantalón largo, ya que el equipo fue "despojado" del estadio Azteca en el momento más crítico por una serie de conciertos del grupo irlandés U2, que lo obligaron a emigrar al estadio La Corregidora.

Dicha medida sin duda fue determinante en su futuro, pues aunque tuvo el respaldo total de la afición, no pudo levantarse de una desventaja por la mínima diferencia ante Santos de Brasil, con el que empató sin goles, para quedar fuera de la competencia continental.

Misma historia que se repitió ante Morelia, con el que cayó 2-1 en este inmueble en la ida, obra que los purépechas culminaron en casa por 3-2 para despedir a los capitalinos.

Para el Apertura 2011, Bauer y compañía se mantuvieron en el cargo, al igual que Reinoso, mientras Luis Roberto Alves "Zague" llegó a la dirección deportiva, con lo que se esperaba un crecimiento en todos los aspectos para el equipo.

La calidad de los refuerzos siguió siendo cuestionable, a excepción del ecuatoriano Christian Benítez, pues Paúl Aguilar nunca pesó, aunado a que el regreso de Edgar Castillo y Juan Carlos Medina fueron totalmente intrascendentes.

Todo esto se conjugó para que Reinoso fuera cesado tras la fecha nueve y su lugar fuera ocupado por Alfredo Tena, quien dio algún destello de reacción, sin embargo, el daño ya estaba hecho y el equipo, además de perder los tres "clásicos" ante Guadalajara, Cruz Azul y Pumas de la UNAM, culminó en la penúltima posición de la tabla general, solo encima del Atlas.

Esta situación generó que la directiva diera a conocer una decisión completamente populista al poner en calidad de transferible a todo el plantel, medida que fue aplaudida por muchos de sus aficionados, pero que aparte esperaban algo más.

Y esta noticia llegó un día después cuando Bauer finalmente con un poco de sentido común y dignidad decidió presentar su renuncia a la presidencia.

Esto obligó a los altos mandos de la empresa televisora dueña del equipo a buscar una alternativa y esta llegó en la persona de Ricardo Peláez, quien fue nombrado presidente deportivo, de la mano con un viejo conocido como lo es Yon de Luisa, quien regresó como presidente de operaciones, con el único objetivo de sacar al equipo del hoyo en el que lo dejó sumido Bauer y compañía.

Ya se tomaron decisiones y la primera fue darle las gracias a Alfredo Tena de la dirección técnica y nombrar a Miguel Herrera, además "Zague" quedó descartado de un proyecto que por ahora también es una incógnita.