El nuevo campeón Mavericks de Dallas, la demostración de que un equipo no se forja a golpes de chequera y una huelga que estuvo cerca de cancelar la temporada 2011-12 puede resumir el año 2011 para la Asociación Nacional de Basquetbol (NBA).

En la culminación de la temporada 2010-2011, la quinteta de Mavericks de Dallas recibió la anhelada recompensa a los años de paciente trabajo y de fuertes inversiones que realizó su propietario, el polémico Mark, Cuban y finalmente logró conquistar el primer título en su historia.

Pero lograr ese primer cetro en los 30 años de existencia de esta franquicia no resultó ser una empresa fácil, aunque por el nivel de juego que mostró en la postemporada diera impresión que sí, tras conseguir el tercer mejor récord de la Conferencia del Oeste con récord de 57 triunfos y 25 reveses.

Los Mavericks eliminaron en la primera ronda de playoffs a los Portland Trail Blazers en seis juegos, y en semifinales de conferencia “barrieron” 4-0 a Lakers de Los Angeles, “limpia” que fue histórica pues ningún equipo dirigido por el entrenador en jefe Phil Jackson había sido eliminado de esa forma.

En la final de la Conferencia del Oeste, la quinteta de Dallas encaró a una de las escuadras con mayor potencial para los próximos años, el Trueno de Oklahoma City, al que pudo vencer en cinco partidos y así acceder a la serie por el cetro de la NBA.

Mientras, en el Este, desde que el Calor de Miami contrató a los dos mejores amigos de su estelar jugador Dwyane Wade, LeBron James y Chris Bosh, a esta quinteta se le colgó la etiqueta de favorito para ganar el título de la NBA.

Si bien la escuadra de Miami dirigida por el joven entrenador Erik Spoelstra tardó un poco en encontrar su ritmo y su cohesión, con el paso de los partidos se convirtió en un cuadro muy difícil contener.

Pese a contar con este impresionante trío de jugadores, Miami logró la segunda mejor marca de su conferencia al concluir la temporada regular con récord de 58-24, sólo superado por los Toros de Chicago, quienes de la mano del Jugador Más Valioso (MVP) Derrick Rose logró palmarés de 60-22.

Conforme avanzó la postemporada en el Este quedó claro que Chicago y Miami pelearían por un sitio en la final, pues en la primera ronda ambos eliminaron en cinco juegos a Pacers de Indiana y Sixers de Filadelfia, de manera respectiva.

En semifinales de conferencia, los Toros doblegaron en seis cotejos a los Halcones de Atlanta, y en una serie que resultó muy física, a la quinteta de Miami le tomó únicamente cinco desafíos eliminar a un veterano conjunto de los Celtics de Boston.

Días más tarde, las individualidades de Miami tuvieron mayor peso específico al trabajo colectivo de Chicago, que perdió la oportunidad de disputar el Trofeo “Larry O´Brien” al caer en cinco partidos.

En la final Dallas contó con un inspirado Dirk Nowitzki, quien con canastas claves y luchando en la recuperación de los tableros llevó al equipo texano a la consecución de su primer cetro de la NBA al imponerse 4-2.

Al término de esta histórica temporada vino la renegociación del Contrato Colectivo de Trabajo, la cual se tornó muy dura y como alguien definió y lo hizo muy bien, el tema era que “millonarios discutían con billonarios por cuestiones de dinero”.

Esto se acentuó más en el rubro conocido como “ingresos de basquetbol”, donde la cantidad que estaba en disputa no era menor, mil millones de dólares, dinero por el cual el jaloneo fue intenso y posiblemente fue este aspecto el que casi provoca la suspensión de la temporada 2011-2012.

Fue el 26 de noviembre cuando se anunció que tras 15 horas de arduas negociaciones se llegó a un arreglo entre el sindicato de jugadores y los dueños de los equipos y sí habría temporada, acortada a 66 juegos, y evitaron lo que pudo ser una catástrofe no sólo económica sino deportiva para la llamada mejor liga de basquetbol del mundo.

Ahora, habrá que ver cómo hacen la liga y los jugadores para recuperar la confianza y el cariño de los aficionados, quienes se sintieron muy decepcionados por este paro, pues aunque las demandas de los jugadores eran más que justas, pues finalmente de eso viven, ninguna de las partes jamás pensó en los aficionados, quienes son los que hacen que el negocio funcione.