Si los Miami Heat juegan como saben, y como se les presupone, son un equipo muy difícil de parar. Los Magic lo pudieron comprobar en sus propias caners y cualquiera que viese la victoria de ayer contra Orlando no tendrá más remedio que asentir con la cabeza. Por el contrario, si no se vio el partido es muy fácil tirar de la estadística final, y ahí también queda claro.
Los Heat fueron muy superiores y marcaron el territorio en una división en la que Orlando aspira a subírseles a las barbas, dejando claro que no será así.
Dwight Howard fue el mejor de los Magic, pero sus 18 puntos y 12 rebotes fueron demasiado poco para hacer frente a la gran defensa de su rival y a la exhibición del trío de ases de los ‘Beach Boys’.
LeBron James firmó 14 puntos, 12 rebotes, 7 asistencias y 5 robos de balón, Chris Bosh terminó con 23 puntos y 7 rebotes y Dwyane Wade dominó por completo un partido que acabó 91-81 para los de casa. El ‘derby’ de Florida tuvo un dueño claro.
EL PROTAGONISTA: Dwyane Wade (Miami Heat)
Que Dwyane Wade puede aparecer en cualquier momento y darle la vuelta a un partido es algo que se sabe. Que se crece ante equipos importantes es algo que sucede con cierta frecuencia.
Que puede ser el encargado de decidir el rumbo de un encuentro es algo que se ve bastantes veces… y la pasada jornada contra los Orlando Magic se pudo apreciar claramente. Mucho influyeron sus compañeros en la victoria de Miami, pero su actuación fue, sencillamente, para quitarse el sombrero.
Apunten: 31 puntos (13/25 en tiros de campo), 6 rebotes, 4 asistencias, 1 robo y 1 tapón. Estaba en todos lados en los momentos claves y los Magic no supieron pararlo, especialmente en un último cuarto en el que les endosó 14 de sus 31 tantos con una facilidad pasmosa.
Un killer de esos que uno se olvida que están en pista hasta que te lo recuerdan ellos mismo con una bofetada en forma de puntos decisivos.