El Barcelona logró una cómoda victoria sobre el Rayo Vallecano 7-0, gracias a los dobletes de Pedro y Messi, y los tantos de Keita, Thiago y Rober en propia puerta, que le permiten olvidar sus dos últimos tropiezos en Europa y en Liga, y posponen una jornada la conquista del título del Real Madrid.

Bajo un ambiente festivo revestido con una gran entrada de público, el Barcelona se presentó en Vallecas dispuesto a olvidar sus penas por la reciente eliminación europea y la más que probable pérdida de la Liga a manos del Real Madrid.

El Barcelona, con varias novedades en su once inicial y con Dani Alves, Cesc Fábregas y Andrés Iniesta en el banquillo, desplegó desde el inicio su característico futbol de toque combinativo bajo la batuta de Thiago Alcántara.

Al Rayo se le vio muy motivado por la visita del Barcelona y saltó al césped con un planteamiento muy ofensivo gracias a la presencia de Diego Costa y Raúl Tamudo como referencias en la delantera.

El dominio del Barca se plasmó después del segundo gol del encuentro con una jugada que se inició gracias a una recuperación de Messi, un pase en profundidad de Seydou Keita y el acierto del chileno Alexis Sánchez, quién burló la salida del guardameta David Cobeño y cruzó un balón que sobre la línea de gol introdujo en su portería Rober.

A Messi le costó entrar en el partido, pero cuando lo hizo fue para fabricar una jugada individual que terminó en un pase a Seydou Keita y que éste culminó con tranquilidad con un disparo por bajo ante el que nada pudo hacer Cobeño.
Nada más comenzar la segunda parte el Barcelona amplió aún más su diferencia con un tanto de Pedro, que solo tuvo que empujar el balón en el área pequeña después de un rebote en el larguero tras un disparo de Alexis.

Esa diferencia fue imposible de remontar para el Rayo, pese a los intentos de su técnico, José Ramón Sandoval, de ganar algo más de posesión en la medular con la entrada de los canteranos Diego Benito y Diamanka. El guineano Lass Bangoura fue el único que pudo marcar para los locales con un disparo ajustado que despejó Pinto.

El conjunto azulgrana se mostró eléctrico en su juego por la banda izquierda, donde Pedro no encontró oposición en todo el encuentro, y por el costado derecho, sobre todo con la entrada del brasileño Dani Alves, que se mostró desequilibrante y dio la asistencia del quinto gol, obra de Thiago de cabeza.

El Barcelona redondeó la goleada con un tanto de Pedro, que recogió un balón dentro del área y con la zurda lanzó un disparo que Cobeño no pudo atrapar, y con otro de Messi, que remató a placer un centro desde la izquierda.