Todo el mundo sabe ya que Higuaín es la base del nuevo proyecto del Paris Saint-Germain para la temporada que viene. Los dirigentes cataríes del club parisino van a pelear fuerte por el delantero aunque saben que el Madrid no podrá fácil su salida y que tendrán que contar con la competencia de la Juve y el "juego a dos bandas" del padre. Pero antes de que se resuelva el culebrón del verano, quieren cerrar una operación muy importante para ellos: el fichaje de Kaká.
Piensan en París que nada va a impedir que el brasileño vista la camiseta del club galo y van a hacer todo lo posible para que eso ocurra muy rápidamente. Saben que el Madrid no lo va a retener y que nadie en Europa está dispuesto, como ellos, a garantizarle una nómina cercana a la que cobra actualmente en España. Se hablan de unos ocho millones de euros al año frente a los diez de ahora. Carlo Ancelotti, el entrenador del PSG, ha hablado varias veces con el futbolista y el presidente Nasser Al-Khelaifi se desplazó a Madrid para acabar de convencerle. Las negociaciones están en su recta final y esperan poder anunciar pronto este fichaje.
Conseguir un Balón de Oro, aunque no esté en su mejor forma, sería para el PSG una señal de que el proyecto va muy en serio y podría producir un efecto llamada que facilitaría la llegada a París de otras estrellas mundiales.