El gol de Higuaín a los diez minutos invitaba a una noche plácida en el Santiago Bernabéu, una de tantas que regaló el equipo de Mourinho a su afición.
Pero enfrente estaba el Valencia, que ya sabe lo que es poner en apuros al Real Madrid en los últimos años. Y lo volvió a conseguir (1-1). El equipo de Pellegrino se repuso al gol inicial, en el que Higuaín aprovechó, tras una gran asistencia de Di María, hasta dos rechaces de Diego Alves en un mano a mano. El argentino agradecía así la confianza del técnico, que apostó por él en lugar de por Benzema.
Rápidamente se comprobó que este Valencia no va a distar demasiado del de Emery en lo que a esquema se refiere. Y es que los únicos cambios en el once fueron los fichajes Joao Pereira, Gago y Guardado.
Pero la apuesta por el doble pivote, por dos hombres abiertos y por Jonas enlazando con Soldado no se tocó. El Real Madrid no apretaba el acelerador, y el Valencia no le hacía daño, pero al filo del descanso un balón colgado por Tino Costa alteró el guión. Jonas se anticipó a Xabi Alonso, cabeceó a la red, y por detrás Pepe y Casillas chocaron. El portugués tuvo que ser sustituido y el portero quedó conmocionado pero pudo continuar.
En la segunda puso otra marcha el equipo blanco, y se acercó al gol sobre todo después de la entrada de Benzema por Lass, la otra sorpresa del once. Higuaín se encontró con el larguero, pero el protagonista no fue la madera, sino Diego Alves.
El portero dio un recital de paradas de ahí al final y detuvo el apretón del Real Madrid. Benzema, Özil, Di María, Callejón… todos se estrellaron contra el brasileño. No Cristiano, que cuajó un debut decepcionante. En ataque, el cuadro che tuvo su mejor ocasión en un gol mal anulado a Soldado por fuera de juego.