La 'era Mourinho' se cerró en el Santiago Bernabéu con más ruido alrededor de su figura que futbol, y una afición, la madridista, dividida entre el apoyo y el silbido al portugués, que presenció con grada semi vacía el último triunfo del Real Madrid de 4-2 a Osasuna, en el cierre de una mala temporada.
Asegura Florentino Pérez que el madridismo está más unido que nunca. Sabe el presidente reelegido por cuatro años más si no se presenta un candidato antes de la noche de hoy, que su afirmación es una manera de mirar hacia otro sitio y dar la espalda a la realidad. Lo comprobó en el último capítulo de una Liga que el Real Madrid no peleó y ya había perdido en diciembre, en el parón navideño.
El futbol pasó a un segundo plano. Es la herencia que deja Mourinho, división en el madridismo. Aficionados de espalda al juego para insultar a periodistas señalados por el técnico portugués. Desafíos desde los ultras cantando sin cesar el nombre de Mourinho y siendo respondidos con silbidos del resto de aficionados.
El balance de sus tres años una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa es pobre. El juego con la plantilla de mayor presupuesto en la historia del club tampoco ha mejorado. En favor del técnico portugués, el crecimiento en competiciones como la Copa del Rey y Liga de Campeones, donde el Real Madrid pasó de seis años sin superar octavos a tres semifinales consecutivas.
El Real Madrid fue el Real Madrid ante Osasuna por el escudo. Era difícil identificar a un equipo en el que Mourinho premiaba a sus fieles y castigaba a los que han acabado enfrentados a él. Iker Casillas, Pepe y Cristiano Ronaldo a la grada. Era la despedida de jugadores como Carvalho o Essien. Y es más que probable que de Di María e Higuaín. El delantero argentino lo escenificó. Marcó el gol que abría el partido y ni lo celebró. Hace un año el Bernabéu entero cantaba "Pipita quédate". Ahora silencio.
Los 'nueves' del Real Madrid han quedado señalados esta temporada en los días claves. Higuaín y Benzema comenzaron juntos el último día. En el centro del campo Essien no bastó para frenar el juego de un Osasuna liberado. Con el objetivo de la salvación conseguido salió a disfrutar. Probablemente nunca en su historia jugó tan cómodo en el Bernabéu. Con el lío en la grada mandó sobre el campo. Pero se topó de inicio con Jesús Fernández.
Con Diego López de baja y Casillas castigado, no jugó el que era mejor portero que el capitán en diciembre para Mourinho. Antonio Adán se despidió del Real Madrid como suplente. Le tocó a Jesús y dejó buenas sensaciones.
Tras una salida rápida, dejó una bonita estirada a un disparo de Llorente al cuarto de hora de partido y un disparo abajo de Armenteros con marchamo de gol. Era su carta de presentación. Osasuna había perdonado claras ocasiones. El Real Madrid que sólo había llegado en una acción de Özil que Modric remató al aire, no perdonó la primera clara que tuvo a los 35 minutos. Higuaín se plantó en un mano a mano ante Asier Riesgo que definió bien. Era su último gol en un club donde siente que ha tenido que demostrar más que el resto para ser reconocido. El tanto cien de esta Liga del equipo de Mourinho.
Sólo tres minutos después el Real Madrid marcaba el segundo. Un saque de esquina botado por Özil lo cabeceó Essien ajustado al palo. Otro gol de despedida y éste con dedicación especial. El ghanés se lo dedicó a su 'papi' Mourinho con el que vuelve de la mano al Chelsea.
En la reanudación parecía todo visto para la sentencia cuando golpeó Osasuna. El Real Madrid más pendiente de cerrar un año en blanco en el que no ha cumplido sus objetivos, cuando apareció Roberto Torres. Primero colocó con calidad un derechazo pegado al poste en el primer tanto 'rojillo' y después puso en la cabeza de Cejudo el empate.
Armenteros había rozado el larguero con un testarazo y Pérez Lasa, en el último partido de su carrera, sacó fuera del área un claro empujón de Essien a Cejudo. Cuando de nuevo se acercaba Osasuna al triunfo marcó el Real Madrid. Benzema lanzó un desmarque entre líneas y definió para dar un triunfo que cerró Callejón con un disparo cruzado.
El final dejó la despedida sobre el césped del portero de Osasuna Ricardo mientras en la otra portería se lucía ante disparos lejanos el joven Jesús. Modric perdonó el cuarto en una brillante acción, los debuts madridistas de Omar y Llorente, y la Liga se marchó resonando en la grada un "José Mourinho, José Mourinho" que se apagará con el tiempo. Fin a una era repleta de polémica.
Agencia Xinhua