En un momento del partido, todo apuntó a que el Bayern iba a pasar la apisonadora, llegó a estar 3-0 por delante en el marcador, pero el Stuttgart no se rindió y tuvo una gran reacción que lo tuvo cerca de la remontada.
Mario Gómez, que apareció en la formación titular en lugar del croata Mario Mandzukic, marcó dos goles. El otro, de penalti, lo marcó Thomas Müller. Después, Martin Harnik hizo los dos goles del Stuttgart, que le dieron dramatismo a la parte final del partido.
El partido empezó como todo el mundo lo esperaba: con el Bayern controlando y haciendo circular la pelota en busca de crear espacios, y el Stuttgart con una marca agresiva, tratando de llevar el partido al terreno de lo físico, lo que le permitió al menos ofrecer resistencia durante la primera parte.
Ya en el minuto 3, el Bayern tuvo su primera llegada clara, en los pies de Arjen Robben, tras una jugada de equipo que empezó en la mitad del campo. El centro de Robben casi termina en gol al ser interceptado por un defensa del Stuttgart.
Aunque el Stuttgart trató de sacudirse, y por momentos lo logró, tuvo dos llegadas buenas en los pies del rumano Alexandrú Maxim y del bosnio Vedad Ibisevic. El Bayern mantuvo el control del compromiso a lo largo de la primera parte y parecía claro que estaba más cerca del gol.
Robben y Franck Ribery se asociaban permanentemente y llegaban al área con peligrosidad, a ellos se sumaba por la banda izquierda el austríaco David Alaba, que tuvo dos grandes posibilidades en el 27 y en el 29, y Thomas Müller no paraba de moverse cerca del área, creando desconcierto en la defensa del Stuttgart.
Goles bávaros
El equilibrio se rompió cuando, tras una pared entre Müller y el capitán Philipp Lahm, éste último fue derribado en el área, y el árbitro Manuel Gräfe sancionó el penalti correspondiente.
Müller asumió el cobro y marcó el 1-0. Era el minuto 37, y el Stuttgart se veía obligado a atacar más, lo que implicaba un riesgo teniendo en cuenta lo bien que se le da al Bayern el contragolpe.
Sin embargo, los bávaros no tuvieron necesidad de recurrir al contragolpe para marcar el segundo, que llegó en el minuto 48, a cargo de Mario Gómez, que marcó a puerta vacía tras recibir un centro de Lahm, que se había colado al área aprovechando un pase de Robben.
El control del Bayern se hizo cada vez más claro y en el 61 llegó el tercero, otra vez por medio de Mario Gómez y otra vez como producto de una jugada por la banda derecha, aunque esta vez el centro no vino de Lahm, sino de Müller.
La reacción del Stuttgart
Curiosamente, en una fase del partido en que había mucho que apuntaba hacia el cuarto gol del Bayern, Robben tuvo una gran ocasión, que había empezado a darse lujos con el partido ya sentenciado. Llegó el descuento del Stuttgart, con un cabezazo de Martin Harnik en el minuto 71.
El gol de Harnik fue el pistoletazo para que el Stuttgart intentara la remontada y el segundo llegó, otra vez por intermedio de Harnik, pero esta vez con un remate de su pierna derecha.
El Stuttgart batalló hasta el final sin resignarse en ningún momento a ser sólo una comparsa en la canonización del Bayern, pero no le alcanzó. El Bayern se fue del campo con el triplete, el Stuttgart con la cabeza en alto. (Foto: Xinhua)