La Tauromaquia ya es, por ley, Patrimonio Cultural de España, una vez que el Pleno del Senado ha aprobado hoy por mayoría el texto tramitado desde el Congreso, cuyo origen radicó en una iniciativa legislativa popular de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña, respaldada por 600 mil firmas.
La nueva ley taurina ha sido aprobada con 144 votos a favor, 26 en contra y 54 abstenciones, después de haber sido rechazadas las cinco propuestas de veto y las 57 enmiendas presentadas.
La ley definitiva será publicada de forma inmediata en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para su entrada en vigor, lo que supone un hito en la historia de la tauromaquia, que por primera vez en cuatro siglos de existencia será regulada, fomentada y protegida por normativa legal.
El debate previo a la aprobación final de la ley taurina, en el que los distintos senadores llevaron a cabo sus respectivas comparecencias para defender las cinco propuestas de veto y las 57 enmiendas presentadas, ha dejado opiniones de todo tipo.
El senador del Partido Popular (PP) Sebastián Ruiz defendió la tauromaquia como "arte nacional y popular por excelencia, base del desarrollo de la sociedad española con un importante impacto cultural e industrial, pues realza la economía española a base de generar empleo y riqueza, y que es sinónimo de biodiversidad y ecología".
El senador del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) Jesús Martín censuró la iniciativa del gobierno "totalmente distante a la ILP inicial", una ley "innecesaria" en los tiempos que corren, que pretende "posicionar a los españoles y enfrentarlos", y por lo que su grupo político iba a mostrarse neutral basándose en el "vive y deja vivir".
El senador de Izquierda Unida (IU) José Enrique Iglesias criticó también la "profunda transformación" en el trámite parlamentario del texto inicial por parte del gobierno, con el que han llevado a cabo un "fraude político y legislativo" para convertir la tauromaquia en una figura "vacía de contenido a efectos jurídicos".
En un tono similar abordó su exposición la senadora de ERC Ester Capella i Farré, quien definió la tauromaquia como "práctica en decadencia que nos devuelve a una sociedad salvaje y retrógrada que hace mucho daño a la marca España", señaló.
El senador del Partido Nacionalista Vasco (PNV) José María Cazalis basó su veto en argumentos competenciales, ya que la fiesta de los toros, su organización, seguridad, defensa y fomento, "ya está regulada en el País Vasco" por lo que esta propuesta de ley, "innecesaria y sin razón de ser", supone una "clara invasión competencial" por parte del gobierno hacia las autonomías.
Mensaje que compartió el senador de Convergencia I Unió (CiU) Joan Baptista Bagué, quien, además de recalcar que esta iniciativa surgió como respuesta a lo aprobado en el Parlament catalán en 2010, indicó que con esta propuesta de ley "atenta" contra las competencias de las comunidades autónomas, que tienen potestad exclusiva en materia taurina, sin entrar en un debate mayor "de gustos o moralidades".