En silencio y pasando casi desapercibido, Gerardo Martino dejó Barcelona. El ex entrenador del equipo de Lionel Messi armó sus valijas y tomó un avión con destino a Rosario, donde se unirá a su mujer y su hija, quienes ya habían regresado hace unos días. El Tata tuvo un compañero de lujo en el vuelo: Javier Mascherano, quien en los próximos días deberá sumarse a las prácticas de la Selección de cara al Mundial de Brasil.
El último martes, Martino participó de una cena de despedida que le brindaron los dirigentes del club catalán. En el Real Club de Tenis Barcelona estuvieron el presidente Josep Maria Bartomeu, el ex presidente Sandro Rosell, el director deportivo Andoni Zubizarreta, entre los más destacados. Pero ayer a la tarde, cuando partió rumbo al aeropuerto, el único que lo acompañó fue su preparador físico Elvio Paolorosso.
De este modo, Martino le puso punto final a su etapa en el Barcelona, con el que no pudo conseguir ningún título. Ahora, será momento para parar la pelota, y descansar. Ya descartó el ofrecimiento del Málaga y se sabe que tampoco se hará cargo de la selección paraguaya después del Mundial. Al Tata lo espera un año sabático, tal como tenía pensado hace 10 meses, cuando recibió un llamado de Barcelona para reemplazar a Tito Vilanova.