El sindicato internacional de jugadores, FIFPro, consideró que prohibir a Luis Suárez cuatro meses cualquier actividad relacionada con el futbol (también fue suspendido nueve partidos con su selección) "infringe su derecho al trabajo".
"El hecho de que su club, el Liverpool, se vea afectado también es importante", consideró el gremio.
Suárez "se merece todo el apoyo que necesite, incluyendo apoyo jurídico en la apelación, a los efectos de lograr una reducción de la sanción.
"El hecho de que a Suárez se le haya prohibido trabajar por un largo período de tiempo debe ser abordado, ya que infringe directamente su derecho a trabajar", abundó la entidad.
Además, el sindicato apuntó que "un tratamiento" debería "formar parte de la sanción" infligida al internacional charrúa por morder a un rival en el Mundial de Brasil 2014.
Suárez "debe recibir todo el apoyo que necesite para enfrentar cualquier situación fuera del campo de juego que pueda estar experimentando en este momento. Esto significa que el foco debería estar en la rehabilitación y tratamiento serio del jugador".