Los resultados presentados la semana pasada por la prueba PISA, que aplica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en los países que la integran y coloca a México en el último lugar de aprovechamiento entre los estudiantes, son devastadores para el estado de Puebla. Así lo aseguró el dirigente de la disidencia magisterial de la sección 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Durán Martínez, quien reveló que esa realidad contrasta con los indicadores que presumen las autoridades escolares locales: “Muestran una Puebla inexistente en la realidad educativa”.

Ante eso, el representante de los trabajadores democráticos de la sección estatal del magisterio afirmó que desde la disidencia permanentemente lo dicen: “Sabemos que es una evaluación internacional impuesta por la OCDE, que no ha variado, pero que permite tener una aproximación con otros países que integran la organización, como Finlandia, que tiene el modelo educativo más exitoso de los integrantes de esa asociación de países”.

Y es que mientras el promedio de logro académico de la OCDE va de los 493 a los 501 puntos, para el área de América Latina esos indicadores oscilan entre los 393 y los 408 puntos, de acuerdo con el área del conocimiento que se mide, por lo que todavía no se alcanza la meta deseada y el trabajo educativo todavía resulta fallido, pero además con vicios importantes que muestran un estancamiento complicado de superar.

Durán Martínez hizo un rápido comparativo entre Finlandia y México: “Finlandia es uno de los países más avanzados en los resultados, sin embargo, veamos las características y la comparación, Finlandia tiene grupos reducidos de 12 o 15 alumnos, tiene un profesor con un auxiliar, cada alumno tiene una computadora; y aquí, en Puebla, con el mismo estándar de evaluación, hay niños con problemas de salud, con familias desintegradas, falta de empleo de los padres, niños que trabajan, muchos en la sierra se van a corte de café, otros se van al norte a cortar uvas por dos meses y regresan a la escuela regular y los tienen que recibir”.

Ante eso, dijo que resulta imposible comparar la situación de Finlandia, donde sus niños no trabajan, están bien alimentados, tienen familias más estables, con mejores condiciones de salud y sanos: “Entonces, cómo esperar resultados, si todavía no tenemos las condiciones de vida que tienen en esa nación. Entonces, no nos hagamos tontos y presentemos cifras que nadie las cree. Hay que generar cambios, pero se tienen que hacer desde las autoridades, porque los resultados tienen que darse en conjunto y no responsabilizar solamente a una parte del sistema educativo”.

Los profesores no son únicos responsables

A decir de Juan Durán Martínez, es lamentable que las autoridades gubernamentales responsabilicen directamente a los profesores del rezago escolar que se vive en la actualidad: “El Estado dice que los maestros somos los responsables, pero cómo hacer rendir a un niño que a las 9 de la mañana se está durmiendo porque no desayunó nada en su casa y porque lleva días sin comer porque sus padres no tienen empleo; son condiciones totalmente adversas que el Estado no quiere ver, y no quiere resolver esos problemas ancestrales de carácter social”.

De manera paralela, dijo Durán Martínez, el sistema de salud en muchas comunidades simplemente no funciona, no llega a las escuelas y los alumnos sobreviven con situaciones de precariedad; entonces, obviamente los resultados de PISA van a ser malos, pero eso el Estado no lo quiere ver: “Puede ser que algunos maestros tengamos la culpa, no nos excluimos, pero no es culpa total de nosotros, más que el maestro es el Estado con su afán privatizador, porque al maestro lo miran como un negocio al privatizar y en ese afán lo están desbaratando y desarticulando, lo están pudriendo desde adentro para decir que el sistema no funciona, deliberadamente lo están descuidando. Nosotros creemos que así lo hacen, por falta de maestros, de capacitación y de atención a las demanda sociales”.