Al realizar una movilización de manera pacífica, alumnos, profesores y padres de familia demandaron una solución pronta al conflicto que lleva más de tres meses y que podría poner en riesgo en primer cuatrimestre de 2022 al desplomarse la matrícula.

Vestidos con playeras y gorras color naranja, además de portar carteles donde se demandaba poner fin al conflicto, el contingente de al menos 300 personas, caminaron sobre la calle 14 oriente del municipio de San Andrés y dieron vuelta para incorporarse a la lateral de la Recta a Cholula para realizar un mitin frente a la entrada principal.

Con gritos de “libros sí, armas no”, los manifestantes pidieron que salga la policía estatal que se encuentra desde finales del mes de junio en las instalaciones debido al conflicto que hay con el patronato y la Fundación Jenkins.

Padres de familia entrevistados, señalaron que dieron un voto de confianza a la institución durante el presente cuatrimestre, y están pagando la colegiatura en una de las universidades más caras del país, pero también de las de mayor prestigio, sin embargo exigen que se pueda usar el campus, con los laboratorios, la biblioteca, así como las instalaciones deportivas.

Sin adeudos con los maestros

En tanto los profesores que se solidarizaron con los estudiantes, reconocieron que no se les ha dejado de pagar, e indicaron que fue gracias a la administración del rector Luis Ernesto Derbez Bautista, que se liberaron las cuentas bancarias de la institución, además reconociendo quiénes están legalmente reconocidos.

Comentaron que al estar pagando puntualmente los estudiantes no había motivo para que se suspendieran el pago.

Caída de la matrícula

Luego de tres meses en los que no se ha podido lograr el retorno a las clases presenciales, de acuerdo a los manifestantes es posible que se desplome la matrícula para el próximo ciclo escolar ya que los padres de familia están pagando por un servicio incompleto.

Miles de familias en problemas

Asimismo señalaron que se está generando un daño a la economía de San Andrés Cholula una vez negocios como estéticas, fondas, restaurantes, dejaron de recibir a la clientela.

La misma situación la enfrentan los tres mil académicos de la casa de estudio, quienes viven en la incertidumbre.