El 38.6 por ciento del maíz que se consume en el país, es de importación, por eso, la necesidad de mejorar los procesos productivos en el campo y aumentar la producción. Así lo señaló Miguel Ángel Damián Huato, al presentar su libro “Diálogos de saberes y soberanía alimentaria”, donde apuntó que, de alrededor de 44 millones de toneladas de maíz que se importa al país, en un año y solo se producen aquí, 17 millones de toneladas.

Dentro de su libro, presentó el modelo productor innovador, retomado desde el programa federal “Sembrando Vidas”, en el que evalúa el uso de las tecnologías y propone retomar el conjunto de saberes de las comunidades.

Lo que evidenció en su intervención, es que la milpa aumenta la productividad, además que permite aumentar la biodiversidad de flora de los policultivos, hasta ofrece 20 por ciento más de oxígeno que el aire.

Por eso, aseguró que, el uso de la tecnología campesina es más efectiva que las nuevas tecnologías, porque produce maíz de mayor calidad y evita la contaminación del producto.

El modelo propuesto, propone una política pública tiene efecto multifactorial, porque aumenta la productividad y la sostenibilidad de la milpa.

En el evento, el diputado local Iván Herrera, dijo, “sin maíz no hay país, sin milpa no hay país”, porque la sociedad actual, agregó, ha vivido cerca de 40 años de olvido y de abandono.

Por eso, dijo que, los programas federales que existen en la actualidad y desde el año 2018, entrega apoyos directos y sin intermediarios para los campesinos.

El texto presentado, dijo su autor, recoge un conjunto de saberes sumados a la tecnología campesina, con la ventaja que ayuda en evitar la erosión de los suelos.

Damián Huato, resaltó que la actualidad heredó un campo abandonado y desprotegido por autoridades de gobierno anteriores, por eso, la propuesta considera objetivos claros para el rescate de la producción de maíz.

Destacó que, la ventaja de los maíces nativos sembrados en la milpa, respecto a la alimentación y la salud, son que una tonelada de maíz, al nixtamalizarse, produce dos toneladas de tortilla, que puede alimentar a seis personas por año.

El maíz, dijo, tiene un papel fundamental en la reproducción social campesina, por eso, recomendó sembrar en parcelas con patrón tecnológico, para transferir el conocimiento a productores menos eficientes.

Y para aprovechar toda la producción, dijo que, todos los desechos que se generan en los mercados se deben trasladar de regreso al campo, porque sirven para hidratar de nuevo la tierra.

Los maiceros de transición y comerciales, agregó, pueden producir otros 30 millones de toneladas de maíz, además, la milpa producirá cerca de 750 toneladas de frijol y 600 mil de semillas de calabazas, si se recurre a terrenos de policultivo.

Además, que las familias campesinas acostumbran a consumir algunos insectos que cohabitan en la milpa.