En los cuatro años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se sometió a las universidades públicas a un acoso presupuestal sin precedente, denunció el director del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), Germán Molina Carrillo.
El académico afirmó que esta estrategia perversa se tradujo en la degradación de la calidad de la enseñanza en los niveles básico, medio superior y superior con la exclusión de miles de jóvenes de las universidades.
Ante esta circunstancia, añadió, el gobierno federal se comprometió desde un inicio a mejorar las condiciones materiales de las escuelas del país, a garantizar el acceso de todos los jóvenes a la educación y a revertir la mal llamada reforma educativa.
Molina Carrillo explicó que en el rubro educativo, el gobierno de López Obrador partió de la idea de que, durante el período neoliberal el sistema de educación pública fue devastado por los gobiernos oligárquicos y se pretendió acabar con la gratuidad de la educación superior.
“Un rubro fundamental para López Obrador, sin duda alguna ha sido el de la educación, desde su férrea crítica y oposición a las reformas que se dieron en la era neoliberal de México principalmente en la que surgió de las reformas estructurales del denominado ‘Pacto por México’ durante el gobierno de Enrique Peña Nieto”.
Ese tema fue aprovechado por el presidente, porque durante su última campaña le permitió lograr el apoyo del magisterio nacional aglutinado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Esa reforma, recordó Molina Carrillo, fue calificada por AMLO como una reforma que tenía más tintes de laboral, que, a pesar de haber sido muy controvertida, tuvo del 70 al 80 por ciento de aceptación ciudadana, de acuerdo con diversos sondeos.
El director del ICI recordó que limitaba algunos privilegios del sindicato, como los de heredar o vender las plazas, el no estar sometidos a evaluaciones, alguna para permanecer o no en el trabajo, o para corregir las deficiencias como ocurre en otros empleos.
Tras convertirse en presidente, dijo el académico, López Obrador calificó como “contrarreforma laboral” la reforma educativa de Peña Nieto como un intento por privatizar la educación en perjuicio del pueblo y beneficio exclusivo de las élites económicas.
En contrasentido, recordó, AMLO propuso mejorar la infraestructura escolar en todos los niveles primarios y abrir la educación superior a todo el que lo desee, sin el filtro de los exámenes de admisión que considera un pretexto para excluir a muchos.
“es que la educación deje de ser un factor de movilidad social y se convierta en un simple instrumento para sostener y dar legitimidad a un proyecto basado en el afán de lucro y la desigualdad”.
“El discurso de López Obrador en contra de las reformas estructurales emanadas del ‘Pacto por México’ y su ofrecimiento de echarlas abajo, proponiendo otras inspiradas al viejo modelo nacionalista y revolucionario tuvo buena aceptación entre los electores y le dieron un número importante de votos en el proceso electoral de 2018”.
Finalmente, agregó que el presidente aprovechó el rechazo a esas reformas y sus nulos resultados en favor de las mayorías fueron evidentes provocando el malestar y hartazgo ciudadano bien capitalizado por AMLO.
“Una vez que asumió la presidencia de la república, López Obrador se planteó en primer lugar echar abajo las reformas como la educativa y en su Plan Nacional de Desarrollo plasmó los ejes centrales de lo que en su concepto debe impartirse la educación en todos los niveles y modalidades”, finalizó.