En México lo que se observa con la confrontación existente entre los poderes ejecutivo y judicial es una verdadera división de poderes, pero no una intentona del presidente Andrés Manuel López Obrador, por “obradorizar” la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). A decir del analista político del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), Cristopher Mejía Rosas, “se habla de obradorizar la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que implica el respaldo del presidente a las cámaras y a los tribunales dentro del ambiente político mexicano, pero la realidad es que no".

En los debates académicos, dijo el catedrático, llegan a la conclusión que hay oposición, porque en la SCJN y en el TEPJF hay trabajo independiente, pero son elementos del sistema político que han contrapesado reformas del obradorismo.

Es muy importante la objetividad para identificar este elemento, porque, si bien es cierto que en el sistema de partidos vemos un avance avasallador de parte de Morena y vemos también que tiene una posición importante, estos no son elementos suficientes para afirmar que no hay una oposición.

Porque si eso no fuera posible, dijo el coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales del ICI, las reformas rechazadas y los proyectos de ley frenados no hubiera sucedido.

Por eso, señaló, es importante identificar que no hay una centralización del poder ejecutivo, aunque hay una tensión y oposición dentro del sistema político mexicano, “hay tensión entre el tribunal y la SCJN, del legislativo a través de la cámara de diputados y senadores y el ejecutivo”.

Es muy importante identificar el funcionamiento del sistema político mexicano para identificar que no hay centralización, dijo Mejía Rosas, aunque sí hay fuerte tensión política y polarización que no se había observado en sexenios anteriores y es importante destacarlo.

El académico del ICI dijo que, en sexenios anteriores no se veía tensión entre poderes, sin embargo, con el proyecto de la 4T que resulta reformista en el sistema político, que busca cambiar las cosas, esto ha derivado en una tensión.

“Ahora que vemos los roces de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es verdadera división de poderes, más que pleito es una contraposición de poderes, en la SCJN se puede observar una forma tradicional de funcionamiento, de administración y de aplicación de la ley”.

Esto pone tensión con el proyecto reformista de Andrés Manuel López Obrador y de Morena, dijo Cristopher Mejía, "en la fuerza que tiene en el sistema legal, en el ejecutivo y legislativo, esa tensión es un proyecto”.

El proyecto con el reformismo que promueve la cuarta transformación y de algunos gobiernos que se asumen como progresistas a favor de las bases populares es que deja chocar con bases jurídicas ya vigentes durante mucho tiempo.