En México todo apunta a que, en las elecciones del 2 de junio de 2024, los ciudadanos del país solamente tengamos dos opciones en las boletas electorales, las coaliciones de Morena y sus partidos con los que gobierna y el Frente Amplio por México.

El director fundador del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), Germán Molina Carrillo, dijo que, eso significará una polarización en cuanto a dos visiones de país; la continuidad que representa la cuarta transformación impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador o el regreso a las políticas del neoliberalismo representado por los partidos PRI, PAN y PRD.

Ninguna de las dos alianzas, dijo el analista jurídico, han dejado clara, hasta el momento, su plataforma electoral, ni las propuestas que ofrecerán a los electores en la campaña por el voto.

En ese escenario, dijo, la única posibilidad que tiene los ciudadanos que, sin ser militantes de un partido político, aspiren a ser candidatos, es la de solicitar su adhesión y lograr ser postulados bajo la marca de algunos de esos institutos políticos y solo si en determinado momento abren la posibilidad de ser candidaturas ciudadanas y que ha sido planteado para buscar caras nuevas y mayor rentabilidad electoral.

Por eso, decidieron cortarles las alas a las candidaturas independientes y no es de extrañar la actitud de los representantes de los partidos políticos que tienen actualmente registro a nivel nacional.

El problema es que en ningún momento se pronunciaron en contra de convertirlos en mecanismos que garanticen plena participación social, sino por el contrario han guardado un silencio cómplice aun sabiendo que no les conviene que existan las candidaturas independientes.

Y es que, de permitir esos registros, serán víctimas por la pérdida de votos que puede representarles y por el hecho de que, en algunos casos, podrían incluso poner en riesgo su triunfo en las elecciones en distritos electorales donde tienen voto duro.

Para Molina Carrillo, una de las bondades de las candidaturas independientes no es sólo que los ciudadanos participen en el proceso; sino que puedan impulsar propuestas propias, alejadas de las plataformas de los partidos políticos y que les permitan captar el voto de los ciudadanos sin partido o que no simpatizan con ninguna de las fuerzas contendientes.

Otro factor que afectaría la participación de los ciudadanos en las elecciones de 2024, ante la ausencia de las candidaturas independientes, sería el aumento en las cifras de abstencionismo, de quienes no están dispuestos a votar por ninguna de las dos fuerzas que en forma mayoritaria acapararán los votos a todos los cargos públicos.

Pero las circunstancias anteriores, dijo el director fundador del ICI, parecen no preocupar ni al Instituto Nacional Electoral, ni al gobierno de la república ni a las fuerzas políticas, que se jugarán los cargos de tú a tú, para alcanzar los votos suficientes para obtener el triunfo.

Por ahora, dijo Molina Carrillo, sólo queda esperar, a conocer los mecanismos que los partidos impulsen para incentivar la participación de candidatos externos y los postulen, para que dejen atrás las viejas prácticas de proponer siempre a los mismos cuadros, que no han dado resultados positivos en su desempeño.

El escenario anterior para Morena y sus aliados es ideal, ya que como el partido a vencer le será más fácil ganar las elecciones, ante la ausencia de más opciones electorales.