En el estado de Puebla, el comercio informal se ha politizado, sobre todo en tiempos electorales donde representan un activo importante para los gobiernos en turno para los grupos dentro de los partidos políticos que buscan ganar los procesos electorales.
A decir de Miguel Ángel Corona Jiménez, analista económico de la Ibero Puebla y docente del departamento de Ciencias Sociales, “el comercio informal ya se politizó, ya vio que hay grupos fuertes que presionan a las autoridades para mantener un estatus y eso se complica más”.
Por eso, hoy es una maraña de relaciones y de intereses, lo que genera el comercio informal, porque sus dirigencias son grupos organizados que tienen acuerdos con los gobernantes en turno y toman decisiones políticas a de favor en tiempos electorales.
Y es que, en el Centro Histórico de la Ciudad de Puebla conviven muchas organizaciones del comercio informal que tienen diferentes calles bajo su control y que, han logrado convertirlas en cotos de poder para sus agremiados.
En la zona monumental de la Ciudad de Puebla, se ubican diferentes organizaciones que tienen agremiados dispuestos a colaborar con los gobernantes en tiempos electorales y movilizar personas, en su gran mayoría adherentes, a los eventos y mítines de candidatos.
Lo que se vive en diferentes zonas de la ciudad capital, dijo el académico de esa casa de estudios, son condiciones de competencia desleal con el comercio establecido, sobre todo en temporadas como la de fin de año, a pesar de que hay condiciones para resolver la informalidad.
Sin embargo, señaló Corona Jiménez, el gobierno federal actual ha hecho muchos esfuerzos por lograr abatir el comercio informal, sin embargo, es una lucha gubernamental y social en la que, todos deberían de contribuir a ello.
Y es que, al final, mientras este país mantenga condiciones de desigualdad entre los diferentes sectores y si la economía no ofrezca reducir el desempleo mucho más de lo que ahora se ha hecho, siempre va a estar la puerta abierta para la informalidad.
“Hay actividades donde se podría combatir la informalidad de manera directa, porque hay muchas personas que salen a divertirse los fines de semana, sobre todo en las noches y son personas que consumen mucho y gastan mucho, pero no piden factura, eso es una economía informal que parece formal, porque nadie va a pedir factura en la pachanga”.
Otro ejemplo, dijo el académico de la Ibero Puebla, cuando te detienen los de tránsito y te piden una mordida, “de cien o mil pesos, que sí pagó impuesto y no pide factura por dar la mordida, ahí está la economía informal, lo que parece formal tiene abajo la informalidad”.
En otro escenario compran servicios sexuales y no piden factura es una gran parte de la economía informal que no solo son los vendedores ambulantes y así están el trabajo a domicilio y los viene-viene.