Los distintos Centros de Readaptación Social no nada más sufren sobrepoblación, sino que continúa la corrupción y acoso contra internos, las que son casi imposibles denunciar sin correr el riesgo a represalias, señalaron familiares de reos.

Fuentes extraoficiales, entre trabajadores y familiares de reos, afirmaron a Intolerancia Diario que al interior de los penales en Puebla se puede encontrar de todo, desde armas punzocortantes “caseras” hasta estupefacientes de todo tipo.

En un recorrido por los penales de San Pedro Cholula y San Miguel, afirmaron los entrevistados que todo es gracias a un contrabando bien organizado.

Incluso la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), mediante estudios, reveló que los penales de Tepexi de Rodríguez y Ciudad Serdán han empeorado en calificación y el de Puebla (San Miguel) es el que se encuentra en el peor estado.

Según la CNDH, el penal de Puebla se encuentra con calificaciones reprobatorias en cuanto a derechos humanos que garanticen la integridad física y moral del reo, lo que confirma lo señalado por familiares.

El diagnóstico evalúa derechos humanos de los internos relacionados con su situación jurídica, estancia digna y segura, integridad física y moral, desarrollo de actividades productivas, aplicación de sanciones y atención a grupos especiales.

En tanto, testimonios de familiares, quienes esperaban a entrar a la visita en San Miguel, coincidieron en señalar la grave situación que se vive, ya que diariamente es una aventura sobrevivir a los abusos no sólo de los mismos reos, sino de los custodios.

Cabe destacar que poca es la gente que acusa y quien se atreve no procede a una profunda investigación de la situación real de las cárceles poblanas.

Las cuotas
Familiares que esperaban afuera de los penales de San Pedro Cholula y de San Miguel —quienes pidieron anonimato— coincidieron en señalar que existen “cuotas” por traslados de reos, preliberaciones, concesiones y hasta venta de alcohol.

“Hasta se tiene que pagar para visita íntima o conyugal”, dijo una mujer de más de 40 años, quien tiene que pagar 350 pesos por dos horas para que le presten una habitación en San Miguel.

“También puedes pasarte toda la noche en el cuarto, pero te cobran hasta dos mil pesos”, dijo al asegurar que se puede estar recluido en el área de visita intima o también en la llamada zona VIP, pero debe pagar alrededor de 7 mil pesos al mes.

“Todo es para no ser llevado a otra área donde se encuentran los presos más peligrosos, con mínimo de diez años de sentencia.”

Si los presos quieren tener ciertos “lujos” deben pagar por tener su DVD, resistencia para agua caliente, televisión y 10 pesos diarios para los custodios que pasan lista y para bajar al patio deben pagar 10 pesos también.

Otra mujer platicó que los baños están concesionados y se paga por usarlos, también en las celdas hay prestamistas a rédito con 40 por ciento de interés, “mi marido debe una fortuna que vamos pagando poco a poco”.

Recordó que además cobran renta por las mesas con sombrilla que son para que las ocupen las visitas, de 10 a 20 pesos, según el tiempo de estancia.

También dijeron que se paga una cantidad —no referida— a los custodios o a algún jefe para que golpeen y encierren en el dormitorio de castigo o en el de máxima seguridad (conductas especiales) a quienes no paguen lo que deben.

Otras personas de escasos recursos, quienes esperaban afuera de las instalaciones del penal, acusaron a los custodios de cobrarles el acceso por visita 20 pesos por persona, “si no los tienes, nomás no te dejan pasar”.

Un joven indicó que tiene que dejarle hasta 300 pesos cada tercer día a su papá recluido para que haga diversos pagos como tomar agua, darse un baño y hasta para ir al baño, además de la cuota respectiva por dejarlo dormir en los separos.

Otra mujer de la tercera edad comentó que su hijo tiene que pagar 170 pesos semanales para que pueda ver la televisión, “ya le dije que no vea tanta tele, es mucho dinero”.

Otra cuota —de las más importantes— es darle al menos 100 pesos cada tercer día a un “cabecilla” para ser protegido de golpizas, “si no le atoras, ya te fregaste, porque hasta violado sales”.

Reprobados
El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciarios realizado por la CNDH reporta atraso en los Centros de Reinserción Social de Puebla, el penal de San Miguel con calificaciones reprobatorias.

El expediente detalla que la cárcel de la capital del estado, en el rubro de los derechos humanos que garantizan su integridad física y moral de los detenidos, reprobó con una calificación de 5.44.

En el espacio para número de internos, obtuvo calificación de 5.27; en las condiciones materiales en los espacios de segregación, (infraestructura), fue su peor calificación con 4.93 y en mantenimiento e higiene de dichos espacios apenas 6.11 puntos de 10 posibles.

En el caso del Centro de Tepexi de Rodríguez cayó en su calificación de 8.79 a 8.27 entre 2008 y 2009, aunque su peor calificación la obtuvo en 2006 al lograr 7.43, en una escala del 1 al 10.

Sin embargo, este penal es el que mejor cumple con las garantías individuales de los internos al registrar una calificación de 8.27 puntos.

El Cereso de Ciudad Serdán mantuvo una calificación de 8.14 entre 2007 y 2009, sin embargo la CNDH consideró esta tendencia como negativa, puesto que no mostró mejoría alguna.

Asimismo, el organismo nacional destacó avances en el Cereso de Puebla al pasar de 6.57 a 7.05 puntos, aunque es el que registra la calificación más baja de las tres cárceles más grandes de Puebla.

A nivel nacional, el promedio de puntos obtenidos en el análisis de la CNDH rondó los 6.48 unidades.

Cabe destacar que en el mes de octubre de este año la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla (CDHEP) y la CNDH llevaron a cabo la evaluación de los tres penales más poblados para detectar los retos que enfrenta el Sistema de Reinserción Social.
El organismo estatal recabó datos de la vida al interior de los Ceresos ubicados en los municipios de Puebla, Tepexi de Rodríguez y Tehuacán, resultados aún no publicados. Acudió personal adscrito a la Tercera Visitaduría General de la CNDH y visitadores adjuntos de la CDHEP, quienes efectuaron entrevistas con las autoridades penitenciarias.

Además, levantaron una encuesta entre internas e internos para así evaluar de manera uniforme y objetiva el respeto a los derechos humanos de los reclusos, donde se atendieron a 4 mil 849 reclusos.