Al cierre de 2024, la economía de México confirmó su ingreso a una fase recesiva, de acuerdo con el Sistema de Indicadores Cíclicos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Aunque esto no implica una recesión técnica, sí evidencia una tendencia descendente en la actividad productiva del país.

Los factores principales que han llevado a la economía mexicana a esta situación incluyen la debilidad manufacturera, el pesimismo empresarial para invertir, la depreciación del peso frente al dólar y la incertidumbre en el mercado bursátil.

En diciembre de 2024, el Indicador Adelantado del INEGI se situó en 99.69 puntos, por tercer mes consecutivo por debajo del umbral de 100 puntos, lo que indica una trayectoria a la baja. Además, este indicador cayó 0.13 puntos en el mes, sumando ocho meses de descensos.

Diferencias entre fase recesiva y recesión técnica

Un indicador por debajo de los 100 puntos con una tendencia decreciente indica que la economía está en fase recesiva. Sin embargo, una recesión técnica solo se confirma cuando hay dos trimestres consecutivos de caída en el PIB y contracción en los principales indicadores macroeconómicos. La determinación oficial de una recesión recae en el Comité de Fechados de Ciclos Económicos.

Elementos de la fase recesiva

De los seis componentes del Indicador Adelantado, cuatro tuvieron un impacto negativo en la economía:

  • Empleo en manufactura: registró una caída mensual de 0.26 puntos en diciembre, la sexta consecutiva, reflejando la debilidad de la industria norteamericana, principal demandante de productos manufacturados mexicanos.
  • Momento adecuado para invertir: descendió 0.13 puntos, acumulando diez meses de caída, lo que se atribuye a la incertidumbre derivada de las políticas arancelarias y migratorias de Donald Trump.
  • Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV): cayó 0.11 puntos, marcando su décima baja consecutiva, reflejo de la cautela en los mercados financieros.
  • Tipo de cambio real: subió 0.23 puntos por onceavo mes consecutivo, lo que indica una depreciación del peso frente al dólar.

Factores positivos insuficientes

A pesar de la fase recesiva, dos factores mostraron desempeño positivo en diciembre de 2024:

  • Mercado bursátil de EE.UU.: el índice S&P 500 aumentó 0.08 puntos, acumulando dos años de crecimiento, impulsado por la confianza de los mercados en la política comercial de Trump.
  • Tasa de interés interbancaria de equilibrio (TIIE): bajó 0.15 puntos por vigésima ocasión, situándose en 10.00%, debido a ajustes en la política monetaria del Banco de México.

A pesar de estos indicadores favorables, no han sido suficientes para evitar la continuidad de la fase recesiva, lo que obliga a los sectores económicos y financieros a mantenerse alerta ante la posibilidad de una recesión más profunda