Al anti-estrés se suma que practicar sexo asiduamente aumenta la neurogénesis (formación de nuevas neuronas) y el número de conexiones entre células nerviosas, además de reducir drásticamente los niveles de ansiedad

Así se desprende de un reciente estudio llevado a cabo por Benedetta Leuner y sus colegas del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Princeton (EU) del que se hacía eco la revista científica PLoS One.

En una serie de experimentos, Leuner y su equipo demostraron que si bien una experiencia sexual aislada causa un aumento a corto plazo en el nivel de cortisol (la hormona del estrés) en roedores, tal y como ocurre tras el ejercicio físico, múltiples experiencias sexuales a diario durante un período de dos semanas consiguen reducir drásticamente la liberación de cortisol.