El papa Francisco ha afirmado que el Big Bang, la teoría científica que explica el origen del universo, "no contradice la intervención creadora divina, al contrario, la exige".
Así lo ha puesto de manifiesto durante la inauguración este lunes de un busto de bronce del papa emérito, que ha sido colocado en los Jardines Vaticanos, en concreto en la Casina Pio IV, sede de la Academia de las ciencias de la que ha sido miembro Joseph Ratzinger.
De este modo, el pontífice ha explicado que la evolución de la naturaleza no se contradice con la noción de Creación, porque la evolución presupone la creación de los seres que evolucionan.
Así, ha destacado que "el inicio del mundo no es obra del caos que debe a otro su origen, sino que deriva directamente de un Principio Supremo que crea por amor".
Ante varios académicos de la Academia de las Ciencias reunidos en los Jardines Vaticanos, Francisco ha arremetido contra la idea de que Dios es "un mago con varita mágica que puede hacer de todo" porque, según ha explicado, Dios ha creado a los seres humanos con "autonomía", para que "lleguen a su propia plenitud". "Dios no es un demiurgo, o un mago, sino el Creador que ha dado el ser a todos los seres", ha sostenido.