Los riesgos de la automedicación son múltiples y las complicaciones van a depender del tipo de medicamento que se tome y de la enfermedad que se intente controlar, advirtió la doctora Elizabeth Méndez Fernández, especialista en medicina familiar de la Unidad Médica Familiar (UMF) No. 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla.

Lo más importante que debemos comprender es que no se debe realizar esta práctica en ninguna circunstancia, debido a que los medicamentos tienen una posología (parte de la farmacología que trata de las dosis en que deben administrarse los medicamentos) y una vida media, y las reacciones no siempre son las esperadas, ni inmediatas,  por lo que si una persona presenta reacción alérgica, en un caso crítico, puede llegar a perder la vida.

Aseguró que correr a la farmacia por medicamento, para lo que muchos llaman una pequeña gripa, pone en mayor riesgo la salud del paciente, primero porque la enfermedad no está diagnosticada, es decir, no sabemos si se trata de una infección, de un virus, o una intoxicación; segundo, porque al no haber diagnostico no podemos asegurar un tratamiento adecuado y por último porque no queda ningún antecedente médico y no hay un seguimiento clínico.

De manera inapropiada algunas farmacias venden el medicamento sin receta médica o entre los propios familiares recomendamos “x” o “y” medicamento, que en ocasiones tenemos almacenado en casa durante mucho tiempo, y lo único que se provoca es disminuir los síntomas de un problema más serio o propiciar un problema serio por una reacción alérgica o una contraindicación propia del medicamento.

En el caso del dolor también es común utilizar medicamentos para disminuirlo, pero caemos en el mismo problema que el ejemplo anterior, “escondemos los síntomas de un problema mayor, como puede ser una apendicitis”, por ejemplo. Lo más recomendable es acudir al médico, a la unidad de medicina familiar, para que el médico realice el estudio correspondiente, el diagnóstico correcto con el medicamento adecuado.

Las vitaminas y suplementos alimenticios tampoco deben auto recetarse, se debe visitar al médico familiar, quien conjuntamente con el nutriólogo, indicará cuales son nuestros requerimientos nutricionales de acuerdo a la edad, peso y talla de cada persona. Aquí es importante dejar muy claro, los nutrimentos, vitaminas y minerales que el cuerpo requiere los vamos a encontrar en los alimentos comunes, por eso es que debemos tener una dieta balanceada acorde al Plato del Buen comer que se enseña en esta clínica y en todas las clínicas del IMSS.

La recomendación es “no auto medicarse” y en caso de que exista una reacción adversa por incurrir en esta mala práctica, se debe notificar al médico tratante, el tipo de medicamentos y dosis en las que fue suministrado, esto con la finalidad de apoyar el diagnóstico del médico, porque en ocasiones los pacientes niegan haber tomado cierto medicamento y el cuadro sintomático cambia complicando la función del médico en contra de la propia salud del paciente.

Finalmente, la especialista en medicina familiar invitó a la población a tomar conciencia en dos acciones fundamentales para la eficacia de un tratamiento médico. Primero no auto medicarse y segundo terminar el tratamiento que nos da el médico, “porque luego como ya me siento bien ya no me lo sigo tomando y eso también es malo”.