El viernes 20 de marzo, el quinto viernes de cuaresma, se celebra la fiesta solemne en honor a Jesús de Analco, una de las imágenes más veneradas en la historia de la ciudad de Puebla.

Previo a la misa solemne de este día, el padre Pedro Sánchez Priego señaló que hoy en día tienen dos imágenes que son muy veneradas por los poblanos, la primera es la imagen del padre Jesús, donada por el beato Juan de Palafox, y la segunda, la imagen de Jesús de las Tres caídas, que data del siglo XVII.

Desde hace 24 años, en que comenzó la procesión de viernes santo en las principales calles del Centro Histórico de la ciudad, la imagen que salía a las calles era Jesús de Analco, pero desde hace 5 años, sale en procesión el Señor de las Tres caídas, porque representa la tradición de la Semana Santa.

La imagen del Señor de las Tres Caídas, reveló el padre Sánchez Priego, tiene una gran devoción entre los poblanos, porque se le han atribuido muchos milagros desde que fue esculpida.

Recordó que en pleno siglo XVII un ciego que la tocó, mientras la esculpían, la sintió y expresó con mucha fe y devoción que percibía la expresión del rostro y de inmediato quedó curado, lo que hizo que los vecinos fueran al taller del escultor y la trajeran al templo, “y desde entonces es venerada día con día”.

En entrevista, el padre Pedro Sánchez Priego reveló que la iglesia del Señor de Analco es el tempo católico más antiguo de la ciudad, donde se instituyó la primera parroquia de la ciudad.

Desde las 8 de la mañana de este viernes 20 de marzo, en la iglesia del Señor de Analco se realizó la primera misa en honor a Jesucristo; posteriormente, a la una de la tarde se realizó la misa solemne de la fiesta, para que después, por la tarde, la misa de 6 y posteriormente la procesión por las principales calles de la ciudad y la verbena popular, típica de los barrios de la ciudad de Puebla.

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Jesús de Analco es considerada la imagen representativa de los barrios de Analco, de El Alto, de La Luz y de Los Sapos. Llegó a la ciudad de Puebla, hace 400 años, traída por el beato Juan de Palafox y Mendoza.

Dentro de las cualidades de la imagen es que tiene articulaciones flexibles que permiten vestirlo, crucificarlo y hasta colocarlo en una urna, a manera de Santo Entierro, de ahí que en su templo descanse de la pesada cruz.

Los poblanos se apropiaron de la imagen, porque los expertos aseguran que tiene rasgos indígenas y su veneración data del siglo XVIII y es reconocida como una de las primeras imágenes de la ciudad capital.

La llegada a Puebla de la imagen 

Los historiados del barrio aseguran que la imagen del Señor Jesús de Analco llegó a la ciudad de Puebla en 1649. La leyenda afirma que fueron campesinos indígenas quienes resguardaron en sus chozas esta imagen, no se sabe dónde fue construida ni por quién, solamente que la trajo el obispo don Juan de Palafox y Mendoza.

El peso del también conocido como Señor de las Tres Caídas no es mayor a 70 kilogramos, aunque con la base colocada y las andas alcanza los 400 kilogramos. El viernes santo, es porteado por más de 100 personas de los barrios aledaños a Analco, en turnos de diez hombres y es como comienza su trayectoria rumbo a la catedral.

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Las imágenes de Jesús de Analco y del Señor de las Tres Caídas, son de las más veneradas por los poblanos, en la actualidad.

Incluso, en cada fiesta anual, que es el quinto viernes de la Cuaresma, vienen muchos fieles de otras partes del estado de Puebla y del país, a adorar esas imágenes, que son representativas de la fe católica, de la escultura y de los milagros.

Tan arraigada está la tradición en la iglesia del Señor de Analco, que su fiesta se realiza dentro de la Cuaresma, por lo que el número de visitantes es creciente, porque se preparan para la “semana mayor”.

Los milagros que le reconocen a las dos imágenes de la iglesia son múltiples y con ellos también es creciente la fe que le profesan los poblanos.

El Señor de Analco está de fiesta y el fervor poblano se presenta en aumento, que demuestra una sociedad que vive de la fe y de la confianza del perdón.

El dato 


El señor de las Tres Caídas tiene tres características: la expresión del rostro, que es un rostro sufriente, muy hermosos y lleno de compasión; la segunda, se encuentra de rodillas, que supone una de las caídas y el pie izquierdo exhala un perfume que hasta ahora nadie se ha podido explicar y se puede verificar, la gente puede comprobarlo; la tercera es que el pie derecho está desgastado, “en la devoción del pueblo, se dice que cuando lo invocan va a curar a los enfermos, el aroma exhala desde el siglo XVII en que fue tallado