Aficionados a la charrería demandaron a los directivos de la Asociación de Charros de Puebla que den marcha atrás en la venta del Lienzo Charro a la empresa Allen del Centro, e indicaron que se está perdiendo el único espacio donde se practica el deporte nacional.
En rueda de prensa, Jessica Ramírez Cáceres y Javier Baz Jiménez señalaron, tras darse a conocer la venta del Lienzo Charro, que el presidente de la asociación, Bernardo Treviño Musalem, debe entender que se va a afectar a miles de personas que practican o asisten a ver el deporte nacional.
Señalaron que se está afectando una tradición y parte de la cultura en Puebla, y la petición es que tanto los charros como el gobierno del estado busquen opciones para la práctica del deporte.

La operación financiera

La semana pasada, luego de varios intentos fallidos para vender el inmueble que va a cumplir 40 años y que fue construido durante la administración del gobernador Alfredo Toxqui Fernández de Lara, los directivos de la Asociación de Charros aprobaron la venta, según lo confirma un video llegado a esta redacción, donde se plantea la operación a pesar de que se negaban las versiones.
El monto de la operación, según señalaron fuentes consultadas, será de 70 millones de pesos, los cuales se pagarán en dos exhibiciones, 42 millones de manera inicial y el resto a la firma de la escritura.
De acuerdo con el video, que dura menos de dos minutos, en asamblea, los integrantes de la asociación confirman la propuesta de venta del inmueble ubicado en la carretera federal a Tehuacán, cerca del estadio Cuauhtémoc.
En el mismo video se señala a los socios que hay cuatro opciones para la reubicación, que son una donación de Haras, un terreno en San Antonio Cacalotepec, así como dos terrenos en Chipilo.

Los ataques a la charrería

En marzo de 2014 se dio la propuesta del Partido Verde de prohibir la práctica de la charrería en Puebla, bajo el argumento de maltrato animal; ante ello, los charros de Puebla pidieron a Juan Carlos Natale López que acuda a una charreada, visite las instalaciones y conozca realmente la situación en que se encuentran los caballos.
En esa ocasión, advirtieron que tendría que derogarse el decreto presidencial de 1933, que protege a este deporte; en el tema de las corridas de toros, conocedores del tema indicaron que la argumentación del legislador carece de bases científicas, siendo una característica de los “neoconservacionistas” que utilizan este argumento barato.
Hace un año, Héctor Zarandona Prats, charro desde los cinco años, que ha ganado concursos estatales y nacionales, se refirió a la iniciativa presentada por Juan Carlos Natale e indicó que el “deporte nacional por excelencia” fue denominado así por un decreto presidencial.
Explicó que este deporte consiste en llevar las prácticas para manejo de ganado, que aún se realizan en los ranchos y las haciendas sin que haya el llamado maltrato animal.
Héctor Zarandona Prats, conocido como “El Pollo”, declaró que hasta ese momento se desconocía en qué se basa el legislador en pedir que se prohibir esta práctica, y es posible que nunca haya asistido a una charreada, o tampoco acudieron a los congresos nacionales y campeonatos estatales que se realizan en Puebla.
Comentó que si quienes proponen la prohibición piensan que se maltrata o se descuida a los animales, deben saber que un caballo de “cala” o “cola” tiene cuidados extremos, una vez al mes se les cambian las herraduras, se desparasitan, se vacunan y se les da una alimentación de atletas de alto rendimiento.
Reconoció que es un deporte en el que hay algunos accidentes y problemas, como en todos los deportes, pues un futbolista se puede lesionar, o un ciclista caerse, pero que en la charrería se haya maltrato a los animales es falso.
“Realmente la charrería son las faenas de los ranchos y haciendas, lo que uno hace en esos lugares, en la tarea diaria, como desparasitar, jugar, marcar el ganado, esto se lleva a un lienzo charro, se adecua a un reglamento y se hace la competencia.
”Si la charrería desaparece, independientemente de que es un deporte nacional por excelencia, se dejaría sin empleo a los artesanos, gente que se dedica a cuidar a los caballos, hay talabarteros, herreros, espueleros, gente que vive de ello, por eso hay que conocer lo que hay alrededor de este deporte”.

Charrería legal

Asimismo, fuentes consultadas en el tema jurídico señalaron que prohibir la charrería en Puebla violaría una disposición federal, toda vez que existe un decreto presidencial de 1933, pero además el 13 de septiembre de 2011 se presentó ante la Cámara de Diputados la iniciativa para la creación de la Escuela Nacional de Charrería.
Explicaron que en 1931 el entonces presidente de la república, el ingeniero Pascual Ortiz Rubio, estableció el 14 de septiembre como Día Nacional del Charro. Asimismo, se expidió el decreto oficial para que el traje de charro adquiriera el título del atuendo oficial y símbolo de nuestra nacionalidad.
Desde 1933, por decreto presidencial, la charrería es el deporte nacional de México, pues tiene profundas raíces en la formación del pueblo. En sinergia con nobles y educados caballos, se realizan creativas faenas que conjuntan el arte y el deporte, rodeado de las maravillosas tradiciones mexicanas.
Asimismo, desde 1996 la charrería se incorporó a la Comisión Nacional del Deporte (Conade), formando parte del Fondo Nacional del Deporte, y en la actualidad existen más de mil asociaciones charras y más de 600 equipos de escaramuzas, un colegio varonil y femenil de jueces y una coordinación de locutores, los cuales se rigen por estatutos y reglamentos. Prohibir la charrería en Puebla violaría las normas federales que existen.