Según datos del Centro de Integración Juvenil (CIJ), el alcohol es la droga de mayor consumo en el estado de Puebla seguido del tabaco, mientras que en tercer lugar está la mariguana.
Según el reporte correspondiente, de enero a mayo del 2016, se registraron 219 pacientes que por primera vez consumieron alguna droga.
Los grupos se dividieron de la siguiente manera: el primer grupo de 15 a 19 con 93 pacientes; segundo grupo de 10 a 14 años con 32; el tercero de 25 a 29 años con 26 pacientes.
Se registraron 107 pacientes menores de 18 años y mayores de 12, con una representación cerca del 50 por ciento del total de 219 pacientes.
En lo que respecta al área escolar, el de mayor impacto fue la secundaria, en donde se registró un mayor número, le sigue la preparatoria y por último, la universidad.
En estos últimos años, el consumo de alguna drogada ha sido más enfático en menores de edad a diferencia de otros años. Actualmente se registran más casos de adolescentes menores de 18 años.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Adicciones 2008 (ENA), la prevalencia de consumo de tabaco alguna vez en la vida en adultos de entre 18 y 65 años en el estado de Puebla era de 41.1 por ciento, siendo mayor éste, en hombres (60.8 por ciento) que en mujeres (24.3 por ciento).
En el estado existía una diferencia significativa entre mujeres y hombres adultos en cuanto a la edad en que iniciaron el consumo de tabaco, ya que los hombres lo hicieron a los 18 años y las mujeres a los 21.
En este rango de edad (18 a 65 años), los fumadores activos representaban el 20.6 por ciento, mientras que los ex fumadores representaban el 20.5 por ciento.
En lo que respecta al consumo de alcohol, el estudio del 2008 refleja que en Puebla un 4.0 por ciento de la población era bebedor consuetudinario -que se rige por la costumbre- y un 7.7 por ciento presentaban abuso o dependencia.
Por otra parte, comparando el consumo entre hombres y mujeres adolescentes, éste es de 2.9 por ciento en ellos y 1.3 por ciento en ellas, mientras que entre personas adultas (18 y 65 años), la diferencia entre hombres y mujeres que presentaba abuso y dependencia era mayor que en los adolescentes.
