Ríos de peregrinos inundaron la autopista Puebla-México, por Paso de Cortés, para cumplir un año más con las promesas hechas a la Virgen de Guadalupe.

Este 12 de diciembre la Basílica se llena de fervor católico de miles de personas que cada año llegan a celebrar el día de la Patrona de México.

Pero no todos llegan debido al peligro que significa peregrinar.

Puebla es considerado uno de los estados más guadalupanos de todo el país, y es que se calcula que existen miles de altares por cada rincón de la entidad donde este 12 de diciembre se organizan grandes fiestas en honor a la Morenita del Tepeyac.

Para la celebración en distintos puntos de la ciudad de Puebla, como en el Seminario Palafoxiano, donde se realiza la Feria Guadalupana o La Villita, en la 11 Sur y Reforma, se han montado distintos operativos viales y de seguridad.

Y es que estos lugares también se llenan de feligreses, quienes desde antes de la medianoche de este 12 de diciembre se aglutinan para cantar Las Mañanitas a la Virgen.

Ejemplo de lo anterior, José Luis Ramos, campesino de más de 50 años de edad, quien desde hace una década hace la travesía.

Y es que a su esposa se le detectó una enfermedad en los riñones que la tenía al borde de la muerte. Desde que les dieron la noticia, pidió a la Virgen de Guadalupe un milagro. Sin embargo, no mejoraba, por lo cual a recomendación de amigos y familiares hizo su primera peregrinación hacia la Basílica de Guadalupe.

De este modo, afirma, le llegó el milagro, y de pronto, de la noche a la mañana la mejoría fue notoria, y desde entonces su esposa recuera la salud, casi al grado ser dada de alta. “Cómo no voy a ir a agradecer”, señala emocionado.

Los accidentes

Este domingo un peregrino poblano falleció a la entrada de la Ciudad de México (CDMX), cuando una camioneta repartidora de hielo lo embistió sobre calzada Ignacio Zaragoza.

De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX, el contingente proveniente de San Martín Texmelucan transitaba sobre carriles centrales de la vialidad en dirección al santuario guadalupano.

El grupo de ciclistas era resguardado por un par de camiones de carga y algunas camionetas que circulaban a baja velocidad sobre el carril de la extrema derecha, señalaron las autoridades.

Pero el conductor de una camioneta de reparto de hielo no se percató de la presencia de uno de los peregrinos en bicicleta y lo arrolló.