Luego de mantenerse más de seis meses cerradas por la contingencia, este lunes finalmente reabrirán las instalaciones de la Junta Local y Conciliación y Arbitraje (JLCA) y Tribunal de Arbitraje en Puebla, con miles de casos pendientes.
El Gobierno del Estado publicó un decreto mediante el cual determina como actividad esencial las labores del organismo defensor de los derechos laborales, así como del Tribunal de Arbitraje.
Apenas el viernes pasado en la columna La Pasarela de este reportero, se reveló que con la contingencia la JLCA, ha aumentado gravemente su rezago en casos por resolver.
En 2019 se habla de más de 40 mil expedientes, ahora se podría multiplicar al doble los casos rezagados.
Lo anterior a efecto de reactivar de manera progresiva, normal y segura la administración e impartición de justicia a las controversias laborales que competen a los órganos de justicia laboral local.
Así se posibilitará tanto a trabajadores como empleadores llevar a cabo o concluir las conciliaciones, negociaciones y convenios requeridos para el cumplimiento o pago de diversas prestaciones o liquidaciones, en apego a los ordenamientos legales aplicables.
Trabajadores y visitantes deberán cumplir con las medidas preventivas como el cubrebocas y guardar la sana distancia entre personas.
El gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa, cuestionado sobre la necesidad de abogados y trabajadores, señaló que ya es el momento que se reabra.
El gobernador dijo que la sede laboral se abrirá “en los términos que permitan seguridad a los trabajadores y a los interesados en todo lo que se tramita en esos lugares de aplicación de justicia”.
La molestia
Hace unos días, abogados laborales de Puebla señalaron el abandono en que las autoridades tienen a la JLCA, Tribunal de Arbitraje y a la Procuraduría de Defensa del Trabajo.
Litigantes y afectados señalaron que dichas oficinas y las de las seis juntas especiales no hubo actividades ni manera de solventar, aunque hay la tecnología.
Contrariamente la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje hace dos semanas se regresó a abrir sus oficinas, la estatal se mantenía sin trabajar.
El presidente de la JLCA Mario Arturo Daza Buendía, llegó a la presidencia del organismo en septiembre de 2019, para frenar ese rezago, pero a ún año como se incrementó.
Hasta el 2019 había pendientes más de 33 mil asuntos en trámite tan solo en ese año, equivalente al 89 por ciento. Incluso si en este 2020 no hubieran ingresado más demandas, se necesitarían 7.75 años para terminar con el rezago.
El argumento es que JLCA cuenta con una plantilla de 78 trabajadores, incluyendo al presidente, Mario Daza Buendía.
Ahora dice que la falta de personal ha impedido dar solución a todas las demandas, al ingresar hasta antes de la pandemia un promedio 391 al mes por conflictos individuales y 136 por colectivos.
A su llegada garantizó que antes de que se cumpliera el primer año del gobierno de Luis Miguel Barbosa Huerta, habría una mejora sustancial en la operación de la JLCA.
Hasta la semana anterior, sólo se atienden quejas por goteo y hasta 5 personas por día, lo que obviamente es nada al mar de problemas que existen.
Tampoco como otras dependencias se buscaron vías alternas por medio de la tecnología para desahogar el trabajo atrasado y las miles de quejas pendientes y derivadas de la pandemia.
Incluso la Secretaría de Trabajo estatal al ver que estaba cerrada y no se hacía nada para atender los problemas laborales, tuvieron que habilitar un teléfono en el cual se dio atención a la gente.
De acuerdo a boletines de la dependencia estatal, se realizaron video-audiencias con grupos sindicales atendidos y realizaron reuniones con empleadores.