Un reciente estudio hecho por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), destacó que si una persona trabaja más de 55 horas a la semana, tiene un aumento considerable de morir por enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
De acuerdo con DW, este primer análisis global de las pérdidas de vidas humanas y los daños a la salud asociados con largas horas de trabajo, se realizó en el marco causado por la pandemia de Covid-19, la cual ha causado una aceleración en la metodología laboral, pues existe la tendencia a trabajar durante más horas.
El estudio, publicado en la revista Environment International, destaca que los resultados no son relacionados a la emergencia sanitaria, sino a los años anteriores.
Los autores sintetizaron datos de decenas de estudios con cientos de miles de participantes los cuales destacaron que el aumento en la productividad causó estragos en su salud.
"Trabajar 55 horas o más a la semana representa un grave peligro para la salud", subraya la doctora María Neira, directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.
"Es hora de que todos -gobiernos, empleadores y trabajadores- finalmente reconozcamos que las largas horas de trabajo pueden causar muertes prematuras", añade.
Entre 2000 y 2016, el número de defunciones debidas a cardiopatías relacionadas con las largas horas de trabajo aumentó 42 por ciento, cifra que se eleva al 19 por ciento en el caso de los accidentes cerebrovasculares.
La mayoría de las muertes registradas se dieron en personas de 60 a 79 años, que trabajaron 55 horas o más por semana cuando tenían entre 45 y 74 años.