A un año de su aparición, el socavón está totalmente integrado a la vida de los habitantes de Santa María Zacatepec.
La gente pasa a un lado de él para ir a la escuela y los campesinos regresan a sus cultivos en la zona, mientras la policía realiza rondines constantes.
Al mismo tiempo, un camper de la Coordinación Estatal de Protección Civil está de manera permanente en el lugar, por si algo ocurre.
El hundimiento no ha crecido desde hace varios meses. De acuerdo con el último reporte de la Secretaría de Gobernación estatal, se mantiene con 126 metros de ancho en su eje mayor y 123 en el menor.
Hoy, los alrededores del socavón lucen tan olvidados como estaban hasta antes del 29 de mayo de 2021, día en que impresionó al mundo.
Adolfo Pérez recuerda la buena racha económica que el fenómeno le dejó a él y su familia, quienes montaron un negocio de comida para todos los curiosos que llegaban.
“Como a la semana desde que se inició el socavón, como a la semana que vimos que vino mucha gente a visitar a ver qué es lo que sucedía, desde esa semana optamos por montar el negocio”.
Hasta mil pesos ganaban diariamente, con lo que compensaban los empleos que perdieron en los días posteriores a la aparición del hoyo, cuando la incertidumbre los hizo no alejarse de su hogar.
Nancy Natividad tampoco olvida esos días, cuando su “pan del socavón” salió en las noticias del país.
“El pan de por sí se hace en Santa María Zacatepec, pero cuando surgió el socavón, se nos ocurrió hacerle el pequeño cráter y también ponerle los perritos que se cayeron al socavón”.
Al igual que la familia de Adolfo, tuvo tres meses, quizás un poco más, de buenas ventas, hasta que todo se apagó.
“Cerramos cuando se acabaron nuestros productos, mucha gente nos dice que ganábamos, que éramos ambiciosos, pero no todo porque nosotros les ofrecíamos un producto, comida, les vendíamos refrescos”, recuerda Adolfo Pérez.
Hoy, lo único que queda es la incertidumbre de cómo afectará el socavón a los vecinos de la zona.
“Estamos con la incertidumbre de qué podría pasar porque a nosotros nunca nos comentaron qué es lo que va a pasar, ahí sigue, ahorita estamos aparentemente tranquilos porque pues ya no creció”, acepta Nancy Natividad.
Los fines de semana, la gente todavía llega a curiosear al socavón, sin embargo, la cantidad no es igual que al principio, no para mantener la economía de esa pequeña parte de Santa María Zacatepec ni para hacer fiesta.