El obispo auxiliar de Puebla, Tomás López Durán llamó a la solidaridad y a la fraternidad para transformar el panorama social de inseguridad y pobreza que se vive en México.

Desde la Catedral Metropolitana que lució colmada por el Maratón Internacional de Puebla, acentuó que la falta de capacidad y visión de la comunidad no solo de México, sino del todos los países del planeta, diariamente olvidan a quienes no logran figurar ni trascender por la falta de oportunidades o por qué sus supuestos amigos se encargan de hundirlos cada día más.

Priorizó que la solidaridad y fraternidad no significan que se le deba dar dinero a las personas necesitadas sino algún tipo de caridad como alimentos agua y hasta un saludo para hacer que esas personas oprimidas por un momento se sientan respetados.

"Nosotros como comunidad debemos ser solidarios con quienes son olvidados por sus semejantes a pesar de trabajar diariamente, pero tienen a su alrededor personas que los minimizan nunca les permiten trascender".

Ante ese grave horizonte social, recomendó a todas las personas a ser sensibles con las más necesitadas que requieren atención, caridad y un saludo.

"Nosotros nos unimos con el Papa Francisco, con todas las iglesias del mundo, que admirablemente este evangelio de solidaridad está resonando en todo el planeta; vibra en todos los corazones de los que nos reunimos para celebrar nuestra fe en Cristo muerto y resucitado. Siempre vamos a encontrar gente necesitada, que necesita respeto y atención".

Durante los santos oficios, López Durán reprobó la inseguridad que se vive en territorio nacional que se reflejó con el asesinato del activista social leonés, Adolfo Enríquez Vanderkam a quien realizó una oración especial por su eterno descanso.